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"Sólo me preocupa recuperar al grupo"

  • Claudio evita hacer autocrítica y alaba al Oviedo

No era el mejor día para ofrecer una rueda de prensa. La cara de Claudio Barragán lo decía todo. Lógico. El Cádiz, que durante toda la semana sentía que tocaba con los dedos la Segunda A, se había quedado a las puertas en su propio estadio, un Ramón de Carranza repleto de aficionados, de ilusiones hechas añicos tras un partido muy discreto.

"Empezamos bien, luego cedimos terreno aunque el Oviedo no nos creó peligro y acabamos la primera mitad de nuevo bien, mandando incluso un balón al larguero. Después, en la segunda parte, el Oviedo mandó más", resumía con resignación el entrenador del conjunto amarillo.

"Es una pena. Se han enfrentado dos equipos que están a otro nivel", recordaba el técnico cadista, que tiró de deportividad al señalar que "sólo cabe felicitar al rival" y envió un mensaje de optimismo al cadismo al asegurar que "espero que, aunque sea más largo, consigamos lo mismo que el Oviedo dentro de cuatro semanas", el tiempo que transcurrirá hasta que finalicen las dos próximas eliminatorias de la fase de ascenso a Segunda A.

Preguntado por la alineación inicial de Airam, única novedad en el equipo titular respecto al once de la ida en detrimento de Fran Machado, Claudio negó que esta variación tuviera una incidencia en lo acontecido.

"No", zanjó la cuestión con rotundidad, aunque admitió que "erramos en el último pase" antes de referirse de nuevo a la presencia del canario desde el comienzo. "Al alinear a dos delanteros corríamos el riesgo de perder la superioridad en el centro del campo", reconoció, si bien insistió en el convencimiento de su decisión al afirmar que "si tuviera que volver a plantear el partido, repetiría".

Cuestionado también sobre la pobre imagen del Cádiz, especialmente con el marcador en contra, el entrenador valenciano confesó que "más que desordenado he visto al equipo atenazado". "Al contrario de lo que nos sucedió en Oviedo, esta vez nos faltó confiar más en nuestras posibilidades", lamentó, descartando que el equipo no diera todo lo que tenía dentro.

"El equipo estaba muy metido en el encuentro", recalcó, insistiendo en el potencial del Oviedo. "Delante nos hemos encontrado con un gran rival y lo ha demostrado. Después de marcar el 0-1 tiró de oficio, lo que a nosotros nos faltó en el Tartiere", comentó lacónicamente.

Pensando ya en el futuro inmediato, Claudio Barragán no dudó al asegurar que lo que más le preocupa en estos momentos es el estado anímico del vestuario. "Ahora hay que recuperar al grupo y esperar al sorteo. Seguramente a ninguno de los que puede tocarnos le gustará enfrentarse al Cádiz. Ahora toca demostrar que merecemos subir y pasar la próxima eliminatoria", indicó, repitiendo el argumento tantas veces comentado cuando se conoció el emparejamiento: "Nos hemos enfrentado dos de los mejores equipos de la categoría... Ha sido un palo grande pero hay que levantarse".

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