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Sólo faltó la guinda

  • El equipo azulino pierde una ocasión de poner tierra de por medio en su lucha por estar en la fase de ascenso La expulsión de Sambruno en el minuto 39, clave para la igualada

Árbitro: Moreno Aragón (madrileño). No gustó. Fue excesivamente duro con la expulsión de Sambruno, no midiendo por el mismo rasero a ambos equipos.

Tarjetas: Amarillas Sambruno (36' y 39'), Iván Guerrero (39'), Ruano (66'), Juanma Morán (85') y Abel Buades (88'). Roja. Sambruno (36').

Momentos clave 3' Centro chut de Adri Cuevas que se estrella en el poste. 10' Iban Espadas remata abajo. 49' Enorme remate de Pedro Carrión que repele la cruceta.

Incidencias: Estadio Iberoamericano. 7.500 espectadores. El alcalde felicitó a los cuatro equipos bases del San Fernando que han logrado el ascenso.

Qué poco faltó. Sólo poner la guinda de la victoria. Faltó un palmo para que todo fuese felicidad. Faltó muy poco, pero faltó.

El San Fernando disputó ayer su partido en un ambiente de fiesta. La afición respondió y el estadio isleño vistió mejores galas, incluso, que en el último partido disputado el pasado año antes de ascender a Segunda B.

Pero la cosa no salió redonda. Los azulinos, desde luego, no ofrecieron su mejor versión, pero también fue un partido raro, extraño, con acontecimientos no previstos. En definitiva, complicado.

Los de Masegosa no encontraron el rumbo del partido. Quizás porque les pudo la ansiedad ante lo acontecido en las gradas. Quizás porque enfrente tenía un equipo ambicioso, que no le dejaba maniobrar con soltura. O quizás, sencillamente, porque hay días en los que no sale y, por mucho que intentes hacer, no sale nada.

Pues así fue en el encuentro. Y eso que se las prometía la parroquia isleña felices. Sin tiempo ni para respirar, Adri Cuevas, en el 3' enganchó un disparo-centro-pase, que se estrelló en el poste de un Saavedra atónito por donde se alojó el cuero.

Pero eso es lo máximo que ofrecieron los isleños en la primera mitad. Las bandas no funcionaban y Álvaro y Cristian no desbordaban. Pienso que se echaba mucho de menos a Carlitos. Este equipo está fabricado para que el pivote por delante de la defensa sea un hombre que tenga el balón, al que le llegue, no que lo tenga que robar. Y las características de Germán no son las de Carlitos. Sin deslucir, el isleño estaba mucho más centrado en robar que en crear y eso lo notaba el equipo.

Además, rápidamente llegó otro handicap y en dos minutos escasos, de forma severa, el colegiado castigó a Sambruno con dos amarillas que lo mandaron a la caseta. Era el 39' y todavía quedaba un mundo por jugar.

Los de Arroyo, bien plantados, con poca profundidad y haciendo daño, en casi todas las jugadas, por la banda derecha, donde Iván Guerrero mostraba sus carencias normales de no ser lateral, no terminaban de adueñarse del choque y los isleños se morían en un quiero y no puedo extraño.

Con ello se llegó al término de la primera mitad, con la necesidad imperiosa de buscar soluciones al entramado de la expulsión de Sambruno. Del 4-1-4-1 ofrecido, Masegosa no tuvo más remedio que eliminar el pivote y jugar con la opción del 4-4-1, mostrando de inicio a Adri Cuevas y Ocaña en la medular.

No tuvo que gustar mucho la situación al entrenador sevillano que terminó incorporando a Eric en el lateral izquierdo, Verdú en el centro con Ocaña y desplazando a Adri Cuevas a la banda derecha, dando salida del campo a Cristian. Ese fue el dibujo con el que terminó el equipo isleño el partido.

De por medio, destacar que nada más que comenzar el segundo tiempo, Pedro Carrión tuvo una grandísima oportunidad en un remate de cabeza a centro de Verdú y que en el 49' llegó la más clara de todo el partido ya que un centro de Iván Guerrero fue rematado por el propio Pedro Carrión a la cruceta de Saavedra. Ni siquiera en eso tuvo suerte el equipo isleño ya que sus dos más claras ocasiones de gol fueron repelidas por los palos.

Por aquellos entonces, un fuerte viento de tormenta se apoderó de un campo que ofrecía un contraste inusual con un sol y una lluvia a la misma vez, unido a un fuerte y frío viento que dejaba helados a todos.

El Arroyo, lógicamente, encontró muchos huecos y sabía que la banda derecha era la clave para conseguir desestabilizar una balanza que al final quedó en medio.

En varias ocasiones Carlos Andújar desbordó a Iván y tuvo en sus botas remates francos para batir a David Valle, pero estaba ya escrito que la igualada, la misma que ofreció el partido de ida cerraría los enfrentamientos entre San Fernando y Arroyo.

Si miramos eso de la botella, y queremos verla medio llena, destacaremos que el San Fernando sumó un punto, logra tener 55 y sigue dependiendo de sí mismo, no en vano continúa entre los cuatro primeros clasificados. Todo un logro a falta de tres jornadas para finalizar la temporada regular.

Si la botella quiere estar medio vacía, miraremos que se ha perdido una oportunidad inmejorable para distanciar a sus perseguidores, que se ha perdido la ocasión de desbancar al Lucena de la tercera posición y que, como casi siempre, cuando más aficionados acuden al campo, curiosamente es cuando peor cara ofrece el equipo.

Es cuestión de mirar la botella medio llena, o medio vacía.

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