Sergio Llull, base y escolta del Real Madrid y de la selección española de baloncesto, con la que en la noche del miércoles se produjo la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha durante un amistoso contra Bélgica disputado en Tenerife, regresó ayer a la capital de España con la pesadumbre de que se perderá el Eurobásket que empezará el 31 de agosto.

Llull, nacido en Mahón (Menorca) hace 29 años, es considerado desde hace tiempo una de las piezas clave de la selección española. El balear arribó a Madrid en compañía de Carlos Salas, galeno del combinado español que asimismo pertenece a los servicios médicos del conjunto blanco.

Tras el diagnóstico de su lesión mediante las pruebas médicas que se le efectuaron en la noche del miércoles en el Hospital Quironsalud de Tenerife, será sometido a nuevas exploraciones que determinarán el plazo de recuperación. De momento, el cuerpo técnico no ha decidido cómo suplir la baja de Llull.

El menorquín cuenta en su palmarés como internacional con varios trofeos, entre ellos tres oros europeos (Polonia 2009, Lituania 2011 y Francia 2015) y dos medallas olímpicas (una plata en Londres 2012 y un bronce en Río 2016.

Mientras tanto, el resto de la expedición española regresó también a Madrid. Sergio Scariolo, seleccionador nacional, concedió a sus jugadores dos días de descanso. Así pues, mañana por la tarde retomarán los entrenamientos en el pabellón Triángulo de Oro de la capital española, con vistas a su próximo partido amistoso, que los enfrentará el 15 de agosto ante el combinado de Venezuela.

Hasta su debut en la competición, previsto para el 1 de septiembre frente a la selección de Montenegro, España se enfrentará en sus partidos de preparación, además de a Venezuela el 15 de agosto y también el 20, a Senegal (Melilla, día 18).

Después, la expedición pondrá rumbo a Bruselas para jugar frente al Bélgica el día 23, y a Vilna, donde se verá las caras el día 25 con la selección de Lituania. Ésa será sin duda una de las pruebas más reveladoras para el grupo que dirige Scariolo.

Pero la grave lesión de Llull eclipsó ayer todas las conversaciones entre los jugadores de la selección española, quienes, sabedores de que su compañero estará varios meses alejado de las pistas, se quedaron en estado de shock.

En un intento de animar a Llull, todos le dedicaron mensajes de apoyo a través de las redes sociales. Pero no fueron los únicos. Jugadores, entrenadores y clubes de diversos países y personalidades ajenas al mundo del deporte también mandaron fuerzas al madridista.