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"Seguiré hasta que me aburra o Eduardo Herrera se canse de mí"

  • El máximo dirigente del balompié gaditano acumula 19 años al pie del cañón "en una provincia que en número de licencias es la segunda de Andalucía en total y la primera en porcentaje según la población"

A algunos políticos les basta con menos de dos legislaturas para que la gran mayoría se dé cuenta de su archidemostrada ineptitud mientras otros llegan a superar un par de décadas en el mismo cargo gracias a su capacidad de trabajo y a los incuestionados, salvo por parte de los enemigos acérrimos, frutos de su labor. Algo muy parecido ocurre con los dirigentes en el mundo del deporte. Un gestor deportivo cuyo perfil corresponde a esa estirpe de directivos incombustibles y muy bien considerados es José Antonio Bernal, el presidente de la Federación Gaditana de Fútbol. Ocupa el sillón desde 1992, cuando suplió a Cristóbal Reina.

-¿Cómo se le ocurrió meterse en este lío hace nada menos que 19 temporadas?

-Cristóbal Reina, mi predecesor en el cargo, decidió entonces dar un paso atrás y me comieron el coco para que yo, que era vicepresidente desde 1990, aceptara ser el presidente de modo provisional. Y hasta hoy... Además, dispuesto a continuar hasta que me aburra o Eduardo Herrera se canse de mí.

-Los números son fríos pero sirven a su vez para demostrar que el trabajo dentro de la Federación Gaditana resulta fructífero.

-En Andalucía existen en la actualidad 120.000 licencias federativas, de las cuales 28.000 son de Sevilla y 22.000 corresponden a Cádiz, que es la segunda de las ocho provincias en el total y la primera por porcentaje según la población. Eso provoca que todas las semanas montemos un promedio de unos 500 partidos, pues son alrededor de un millar los equipos que manejamos entre las distintas categorías. Por cierto, en 1992 no había categorías de cadetes, benjamines y prebenjamines, cuya creación ha facilitado el incremento de practicantes y que hayamos sido los primeros en contar con competiciones en todas las categorías, desde prebenjamines hasta Regional Preferente.

-¿Se refleja todo esto más tarde en el fútbol profesional?

-Sin duda. De 145 andaluces que han militado esta temporada en el fútbol profesional, 25 son gaditanos. A estos hay que añadir cinco más que han jugado en el extranjero. Pienso que no está mal.

-¿Es un mundo aparte el de los entrenadores a esos niveles?

-Costó trabajo mentalizar a los clubes de lo conveniente de la obligatoriedad de disponer de entrenadores titulados en todos los equipos. Para que hubiera materia prima montamos cursos de entrenadores, algo que seguimos haciendo todos los años gracias a que Joaquín Revuelta es un lince para eso. Resulta fundamental que los niños tengan buenos profesores y aprendan. Algunos emplean el truco de presentar el carné del entrenador a principio de temporada para diligenciar las fichas de los futbolistas y después no se sientan en el banquillo. En esos casos, el que luego entrena de verdad al equipo es el listo del barrio. Prefieren pagar la correspondiente multa que tener entrenadores en condiciones, siendo muy extensa la lista de clubes sancionados por esto.

-¿Resulta ejemplar el comportamiento de unos entrenadores que tienen a su cargo un grupo de chavales en época de formación?

-En ese aspecto, el problema principal lo tenemos de alevines para abajo. En esas categorías apenas se sanciona a jugadores, la mayoría de los castigados por el Comité de Competición son entrenadores o delegados. Es un mal ejemplo para conseguir el objetivo principal, que es la formación humana y deportiva de los chavales y de los árbitros jóvenes.

-Hablando de árbitros, ¿cómo está la cosa de vocaciones en un oficio tan complicado?

-No hay suficientes. Ahora mismo controlamos 485 y eso no da para los partidos del fin de semana. Menos mal que se sacrifican y algunos repiten. Les estamos muy agradecidos porque arbitran a cambio de cantidades muy pequeñas y a pesar de eso permiten que Cádiz sea la única provincia de Andalucía con trío arbitral en todas las categorías de fútbol-11.

-Las agresiones a los árbitros siguen siendo el punto más negro del fútbol.

-Este año se ha producido un castigo ejemplar a un jugador del Atlético Zabal al que han condenado a dos años de prisión y 18.000 euros de multa como indemnización al árbitro por las lesiones causadas. Me cayó muy bien esa sentencia porque ya era hora de que se castigase como debe ser la agresión a un árbitro. Espero que haya servido para trazar una raya entre el antes y el después. Ojalá funcione de escarmiento y lección. Hay que tener muy claro que pitar es lo más difícil del fútbol y encima a los árbitros se les culpa de todo y por parte de todo el mundo. Las dos últimas temporadas han sido muy malas en este aspecto y hace falta un cambio radical. Es fundamental la colaboración de los clubes, que no deben dejar entrar en los campos a los violentos.

-¿No se encuentra demasiado atascado el fútbol femenino?

-Ponemos todo nuestro ímpetu para sacarlo adelante. Hemos duplicado en la última temporada el número de equipos en la competición provincial, pasando de cuatro a ocho. Resulta primordial que los padres y aficionados se mentalicen de que las niñas saben y pueden jugar al fútbol. En cualquier caso, tenemos 500 licencias femeninas, aunque muchas de ellas actúan en equipos mixtos.

-¿Algo a destacar que no se deba quedar en el tintero?

-Hemos firmado un convenio con la Universidad de Cádiz, que de todas las de Andalucía es la que más trabaja con la Federación. Organizamos conjuntamente jornadas de entrenadores y de árbitros muy interesantes, y con motivo del Bicentenario queremos hacer algo grande. Ya está aprobado además que la UCA tenga la titulación de dirección deportiva, algo que ahora mismo sólo posee la Federación Española con una universidad privada de Madrid. Por eso merece que la UEFA le dé el premio a la mejor labor deportiva de entidades no federativas, como hemos solicitado.

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