Fútbol | Segunda División B

El San Fernando, líder tras golear al Villarrubia (3-0)

  • El equipo isleño certifica su gran arranque de Liga al superar con claridad al equipo castellano-manchego

  • Francis Ferrón, en dos ocasiones, y Amelibia, goleadores azulinos

Celebración de uno de los goles de los azulinos este domingo.

Celebración de uno de los goles de los azulinos este domingo. / Román Ríos

Agárrense los cinturones. Pongan las mejores de las sonrisas. Y pasen al espectáculo. El San Fernando, en la tercera jornada de competición, es el líder del grupo IV de Segunda División B. Frótense los ojos y miren la clasificación porque es cierto y real.

El equipo de Tito García Sanjuán encandiló a los suyos y ofreció la mejor de sus imágenes, sin ser todavía la definitiva, ante un Villarrubia que tuvo que claudicar ante los azulinos que, encontrándose con todas las piedras del mundo en el camino, allanó el mismo con goles, ofreciendo destellos de equipo grande y deleitando a los suyos con un resultado que pudo ser mayor si no es por el terreno de juego.

De inicio, jalón de orejas a quién corresponda por el estado donde se disputó el encuentro, porque no es justo que un equipo que está creado para llevar el peso del partido, para salir con el balón jugado desde atrás y para tener el peso del encuentro, lo tenga que hacer en un terreno de juego donde ya costaba trabajo mantenerse de pie por el estado el que se encuentra. Pero todo hace indicar que el entrenador maño ha imprimido a su equipo el carácter necesario para hacer buenas las adversidades e ir venciéndolas paso a paso.

Por ello, la victoria de este domingo tiene el valor añadido de las vicisitudes, de tener enfrente a un rival con una tremenda consistencia en la zaga, a pesar de ser un recién ascendido, y de la tremenda pólvora que poseen los de azul y blanco que han encontrado en el algecireño Francis Ferrón el hombre idóneo para romper las nutridas defensas de los rivales. Detrás queda la tremenda movilidad de jugadores como Pedro Ríos, Hugo Rodríguez o Perdomo, que alternaban continuamente sus posiciones para hacer daño. La consistencia de Raúl Palma y la exquisita calidad de un Sandro Toscano, que se atreve a llevar en solitario la creación del equipo. Pero es que la línea de cuatro que ofrece el conjunto de San Fernando es sólida hasta decir basta y si el centro de la zaga, con Lolo Guerrero y Amelibia, no dejan resquicio alguno, los dos laterales no pierden comba. Eso sí, por poner un pero quizás hay menos subidas de éstos por las bandas al estar pobladas de compañeros.

Con estas armas, los isleños doblegaron, por primera vez en su historia, a un Formac Villarrubia que llegaba a La Isla con la vitola de invicto e imbatido y ante el que se tenía cierto recelo por estas circunstancias.

El choque comenzó dubitativo y lo cierto es que las llegadas a las áreas no eran muy constantes. Solamente en el 12’ Francis Ferrón avisó de lo que podría ocurrir tras un centro de Hugo Rodríguez, que también avisaba de lo que ocurriría durante el partido.

La insistencia por banda del equipo de García Sanjuán tuvo su recompensa en el 21’, momento en el que Pedro Ríos metió un balón en el corazón del área para que el delantero centro, el ariete, el nueve, introdujera el esférico dentro de las mallas. Era el gol de la tranquilidad, la apertura de la lata, el romper tanto equilibrio defensivo.

Reaccionaron los visitantes que en el 25' y el 26', a través de Fran Minaya, se acercaron a las inmediaciones de un seguro Rubén Gálvez, pero un minuto después los isleños, con Hugo Rodríguez, Pedro Ríos, Fran Ferrón y el estado del terreno de juego, volvieron a dejar a las claras que los protagonistas vestían de azul y blanco.

El gol de la tranquilidad llegó cuando más daño hace, en el descuento de la primera parte. Amelibia fue implacable al rematar de cabeza un córner servido por Hugo Rodríguez y, sin tiempo para más, finalizó el primer acto de un partido que tenía incertidumbre tras el descanso.

Apretaron los de Villarrubia de los Ojos tras el pertinente descanso y en los primeros minutos de la segunda mitad buscaron recortar distancias para meterse en el partido. Pero la consigna del cuadro isleño parecía clara, dejar metros al rival y salir con rapidez a la contra para aumentar la ventaja en el marcador.

Pudo cambiar el curso del encuentro en el 58' cuando Seoane remató ajustado a la base del poste un saque de esquina, pero ya estaba escrita la segunda victoria del conjunto azulino ante sus aficionados en la persona de Francis Ferrón, que se inventó un disparo con toda la maldad del mundo para poner el tres a cero en el electrónico del maltrecho Iberoamericano de Bahía Sur.

Poco había más que contar, solamente el saber si los isleños aumentarían su ventaja, y lo pudo hacer Bruno Herrero, pero una magnífica intervención de Morales, con un disparo del jerezano a bocajarro, lo evitó.

Hasta el final, los de García Sanjuán fueron superiores y así se lo creyeron. Los isleños cerraron un partido donde supieron sobreponerse a tantos y tantos inconvenientes, y los detalles de calidad brillaron por su estancia. Por eso, agárrense los cinturones porque todo apunta que este año pueden llegar muchas alegrías del equipo que, hoy por hoy, comanda la clasificación.

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