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Fútbol | Primera RFEF

El San Fernando da una gran alegría a costa del Nàstic (2-0)

  • Los azulinos realizan un partido muy completo para dejar el primer triunfo en el Iberoamericano

  • La lesión de Traoré al inicio del encuentro es la peor noticia para el equipo de Nacho Castro

Alegría total de Biabiany mientras corre para celebrar su gol.

Alegría total de Biabiany mientras corre para celebrar su gol. / SAN FERNANDO CD

Así sí. De la forma que el San Fernando doblegó ayer al Nàstic de Tarragona pocos reproches le pueden venir al equipo. Y es que los de Nacho Castro ofrecieron, en un momento crucial de la temporada, su mejor versión, su mejor cara y su mejor juego, para sumar tres puntos, los primeros que se suman ante sus aficionados, esos que dan un halo de esperanza a un equipo que demostró, con creces, que si las cosas se le ponen de cara puede sacar mucho rendimiento al encuentro.

Los de La Isla fueron superiores de principio a fin. Supieron leer cada minipartido que se desarrolló dentro del partido, cada momento, bien cuando hacía falta temporizar, o bien cuando hacía falta presionar para arrinconar a su rival. Y consiguieron su recompensa, y dieron una alegría a su afición, y salieron de los puestos de descenso de nuevo para buscar, ahora más que nunca, una ubicación en la tabla de mucha más tranquilidad. Ahora solamente queda seguir en esta línea en partidos sucesivos.

De inicio, cabe señalar que el técnico asturiano resolvió la papeleta tenía, en el transcurso de la semana con la sanción del único lateral derecho con el que cuenta, Alpha Diounkou, con celebridad y acierto. La idea de poner a Sergio Cortés en dicha posición tuvo la recompensa de acertar de pleno porque el de Badalona respondió a las mil maravillas. Ahora el quebradero de cabeza será el saber si esta nueva posición del mediopunta, tendrá continuidad. Por otro lado el tema de los centrales, que también había suscitado quebraderos de cabeza por la baja de Franco Ramos, Javi Fernández y la apurada recuperación de Juan Rodríguez, también quedó subsanada. Y hasta eso le salió bien ayer al equipo isleño porque si Traoré, el elegido para acompañar a Martí Crespí, se lesionaba a los cinco minutos de juego, su sustituto, Sergio Ayala se batió el cobre con los delanteros-tanques del equipo catalán, de manera formidable y sin errores.

Y es que el partido ante el Nàstic tenía que ser redondo y así lo fue. El encuentro ha dejado grabada la impronta de que el equipo isleño por fin ha roto su maleficio en casa y éste se lo ha traspasado a los jugadores de Raúl Agné, que continuarán, una semana más, sin conocer la victoria lejos de su feudo.El partido comenzó con el susto de los primeros cinco minutos, ese que empieza ha ser habitual en los encuentros de los azulinos. Fue en ese momento cuando Carbía se plantaba en solitario ante Perales. El mallorquín no iba a dejar que su equipo nadara contra corriente y realizó una espléndida actuación, aunque su rechace lo aprovechó Pablo Fernández para disparar con dureza a un marco vacío. Entonces apareció la figura inconmensurable de Martí Crespí que de cabeza sacó el balón de debajo de los tres palos. Era la forma de arrear a sus compañeros en pos de la victoria.

A raíz de esa jugada los de La Isla se hicieron con el mando y control del partido, comenzando a hilvanar jugadas de peligro que eran, constantemente, rechazadas por la zaga foránea. Aún así, en el 13’ Dopi disparó flojo un servicio de Biabiany y en el 16’ Agüero lo intentó desde lejos sin fortuna. Cuando el partido se acercaba a la media hora de juego, entre el dominio del equipo azulino, llegó la jugada más clara antes del 1 a 0. Fue un balón interior que venció Dopi en carrera para asistir a Juanmi Callejón que, en una posición más que clara de gol mandó el cuero a los dominios de Manu García, era el 27’ y uno después, Dopi mandaban fuera una cesión de Juanmi Callejón que pareció agradecerle, con ella, el servicio anterior.

Los tarraconenses esperaban en su campo y buscaban alguna contra que desestabilizase el electrónico y en el 29’ Perales se tuvo que emplear a fondo a los pies de Robert Simón. El cancerbero isleño no estaba dispuesto a recoger en la jornada ni un solo balón del fondo de su portería.

El uno a cero llegó cuando más falta hacía, cuando el primer tiempo expiraba, y cuando noqueas de manera sorprendente a tu rival. Juanmi Callejón se inventó un disparo dentro del área al que solamente pudo responder Manu García con apuros, el rechace caía en los pies de Dopi que le daba sentencia a la jugada y que ponía, después de mucho tiempo al equipo azulino por delante en el marcador. Con esa alegría se llegó al final de la primera mitad.

En la segunda había que dosificar, había que tener cabeza, había que marcar el gol de la sentencia. Y éste llegó a los cuatro minutos de la reanudación, en una jugada terminó con un centro de Manu Moreno que remató a las mallas en boca de gol el omnipresente Biabiany. Era el tanto de la tranquilidad, del sueño de poder abrir las puertas de la victoria por primera vez en esta campaña en el Iberoamericano.

Los isleños, que han aprendido, y mucho, de las derrotas, supieron temporizar el encuentro, dejaron a los catalanes la iniciativa del juego para buscar contras casi definitivas, pero siguieron con su insistencia en la presión en el centro del campo para deshacer, una y otra vez, las posibles acometidas del rival. La consigna estaba clara, buscar una y otra vez las contras para que la actitud del equipo catalán no fuese de asedio continuo.

Todo fue mucho más plácido cuando en una de esas contras, Biabiany obligó a Manu García a salir del área para interceptar el que sería el tres a cero. Las manos cometidas por el guardametas en una clara ocasión de gol y fuera de su parcela, terminaron dejando al Nàstic con diez jugadores y terminaron de allanar el caminito de la victoria para los de Nacho Castro que contaban con su jugador número 12 más metido, que nunca, en el partido.

En el 83’ Athamy pudo meter a su equipo en el partido de un enorme testarazo que encontró no una menos enorme parada de Perales. Y en el 86’ fue Francis Ferrón el que tuvo en sus botas ampliar la ventaja a pase del siempre peligroso Biabiany, pero su chut se fue fuera.

El partido estaba sentenciado, la primera victoria de la temporada en casa estaba en el bolsillo y así estalló de júbilo el Iberoamericano con el pitido final, ese que otorgaba los tres puntos a los de Nacho Castro y les hace acercarse a la zona de permanencia. Ahora solo cabe seguir en esta misma línea en los partidos sucesivos de competición.

El próximo domingo (17:00 horas), el equipo de Nacho Castro tendrá una cita clave en la Nova Crea Alta de Sabadell, donde le espera un rival directo en la pelea por escapar de la zona baja de la clasificación del grupo 2 de Primera División RFEF.

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