Para todos era conocido que el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa Federación sería un encuentro sin trascendencia, sin ritmo, sin brillo. Y así fue, San Fernando y Ceuta ofrecieron muy poco en el partido que disputaron ayer en un desangelado Bahía Sur, ante muy pocos espectadores y más bien se podría decir que se trataba de cualquier encuentro de entrenamiento intersemanal que de un partido oficial.
Ambos equipos ofrecieron una situación muy diferente a la que ofrecerán dentro de dos días en sus respectivos partidos de Liga, los de La Isla en casa ante el Melilla y los caballas en El Puerto.
En cuanto a lo mejor que ofrecieron los de La Isla fue el empuje y la pelea del delantero Quini, que comienza a pedir con autoridad una oportunidad.
Por lo demás, poco o nada. Iriondo tiene serios problemas a la hora de buscar alternativas a los habituales en el banquillo y, salvo determinadas piezas, es complicado que los Marchiori, Gato, Casabella, Pedrito o Regino desbanquen del titular a los casi fijos en sus posiciones, tendrán que esperar sanciones o lesiones para poder entrar.
Los isleños, aún así comenzaron el partido con claras intenciones de lograr una victoria, aunque el ambiente y la noche no invitaba ni siquiera a ello.
Y los primeros en dar fueron los ceutíes. Un disparo al saque de una falta de David Fas fue despejada por Raúl Iglesias que se la dejó en franquicia a Martino para empujarla a la red.
A raíz del tanto entró en liza el orgullo de los isleños, que ofrecieron sus mejores minutos de juego y lograron dos tantos, uno de oportunismo de Javi Casares tras remate de cabeza de Quini, y otro del propio delantero desde el suelo y con el factor sorpresa de su lado. El empate dejó las cosas en su sitio y la segunda mitad del encuentro ofreció muy poco, es más aburrió de lo lindo a los valientes que se dieron cita en Bahía Sur.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios