Por fin se alza el telón para el Cádiz FS en una temporada para disfrutar y para pelear al tener enfrente a lo más granado del fútbol sala femenino de toda España. Se trata de la cuarta vez en su historia que el equipo de la capital gaditana milita en la máxima categoría del panorama nacional, tras obtener hace unos meses un ascenso tan complicado como meritorio gracias a una plantilla con juventud e inexperiencia para regalar. En las tres oportunidades anteriores se descendió a las primeras de cambio, sin saborear jamás la dulzura de una permanencia entre las más grandes. Por ello, Kiko Oliva y sus pupilas tienen entre ceja y ceja salvarse y escribir una nueva página en la laureada historia del club, reto que se presenta arduo pues perderán la categoría los tres últimos de una clasificación con 16 escuadras.

El grupo único de Primera División lo completan los gallegos Burela de Lugo, Ourense CF y Poio de Pontevedra; los madrileños Atlético Féminas de Navalcarnero, Alcorcón, Majadahonda, Móstoles, Leganés y Soto del Real; los murcianos Jimbee Roldán y UCAM Murcia; el barcelonés Penya Esplugues de Gironella; el Universidad de Alicante, y el Guadalcacín jerezano.

El estreno se producirá esta tarde (17:00 horas) contra el Ourense CF Envialia, vigente campeón de la competición copera nacional, en la pista Os Remedios de la ciudad gallega. Se trata de un compromiso clarificador de los obstáculos a los que deberá medirse el Cádiz FS en el transcurso de la temporada como visitante, ya que este rival posee un gran potencial y obliga a las gaditanas a efectuar un desplazamiento agotador, cruzando España desde el sur al noroeste en autocar.

Para colmo, la enfermería del Cádiz FS tiene tres inquilinas, dos de las cuales no estarán listas para incorporarse hasta enero. Son los casos de Bea y Noe, piezas básicas del grupo que fueron intervenidas quirúrgicamente de modo simultáneo y de la misma lesión, rotura del ligamento cruzado de una de sus rodillas. La otra baja es la de Esmirri, con un esguince de tobillo a cuestas y pendiente de que la resonancia que se le va a hacer desvele que no existe algo de mayor gravedad.

La expedición partió ayer a las 14:00 horas con la intención de llegar a Orense una hora después de iniciarse la madrugada de hoy, para así gozar del necesario tiempo de descanso. Minutos antes de la partida, Kiko Oliva comentaba lo siguiente a este periódico: "Arrancamos con mucha ilusión, sabiendo que es una temporada muy complicada. Valga como ejemplo que empezamos contra el campeón de la Copa de España y después de realizar un viaje larguísimo. Esto es lo que nos espera en la máxima categoría, no queda otra".

En cuanto a las miras con las que se parte, no tiene dudas de ningún tipo: "El objetivo está bien claro, solo cabe hablar de permanencia. Es un reto difícil para un recién ascendido. Las tres veces anteriores se bajó, por lo que vamos a luchar para que a la cuarta vaya la vencida".

La plantilla apenas difiere de la que sirvió la pasada campaña para dar el salto de categoría: "Hay dos caras nuevas, pero podría ser alguna más dentro de unas semanas según se resuelvan ciertos temas académicos. El grupo sigue siendo muy joven, pero lo considero capacitado si trabaja igual que lo hizo la temporada anterior, que fue inolvidable. Inma aportará carácter, gol y experiencia, mientras Esmirri nos dará juego de espaldas, intensidad, gol y también carácter. Y luego, en enero, ya tendremos disponibles a Noe y Bea como si fueran dos fichajes invernales".