Valentino Rossi dio un golpe de autoridad en el circuito de Misano, a sólo 14 kilómetros de su casa, en Tavullia, imponiéndose en el Gran Premio de San Marino y aumentando a 30 puntos la ventaja sobre Jorge Lorenzo, segundo ayer, a falta de cuatro carreras.

El italiano tiene ahora su noveno título de campeón del mundo en las manos y se resarció de la caída sufrida hace una semana en Indianápolis. Y lo hizo como le gusta. Ganando con autoridad, puesto que la carrera duró lo que Valentino quiso. En la octava vuelta superó a Pedrosa, que lideraba la prueba desde el principio tras una gran salida, como en los pasados grandes premios, aunque luego comprobó cómo era imposible seguir el ritmo de las dos Yamaha. El inicio estuvo marcado por la caída provocada por el sanmarinense Alex de Angelis (Honda) que arrastró a los estadounidenses Nicky Hayden (Ducati) y Colin Edwards (Yamaha), que casi se lleva también por delante a Lorenzo.

Pedrosa lideró las primeras vueltas seguido de Toni Elías (Honda), mientras Rossi y Lorenzo pugnaban por la tercera plaza. Pero el transalpino no perdió el tiempo y entre la cuarta y la quinta vuelta dio cuenta de su compañero de equipo y de Elías. Pronto dio alcance a Pedrosa para rebasarle con vuelta rápida incluida y meterle un segundo en otros ocho giros. Lorenzo, con problemas en su antebrazo izquierdo, tardaba siete vueltas en pasar al barcelonés y, para entonces, su rival en la lucha por el campeonato cabalgaba en solitario a por su sexta victoria de la temporada ante el júbilo y el bullicio de sus paisanos y seguidores.

Toni Elías acabó en la sexta plaza tras pelear con Dovizioso y Capirossi, y volvió a ser el mejor con una moto no oficial demostrando que merece tener un equipo para el año que viene en MotoGP. El otro español en la máxima categoría, Aleix Espargaró que debutó en Indianápolis, entró en una meritoria undécima posición.

En 250cc, Héctor Barberá protagonizó una gran carrera para imponerse casi sobre la línea de meta al local Mattia Pasini, nacido en la vecina ciudad de Rimini, en un gran premio en el que Álvaro Bautista fue tercero y recorta tres puntos al japonés Hiroshia Aoyama, líder del Mundial. Barberá (Aprilia) mantuvo una extraordinaria pelea con Pasini, al que adelantó en la último vuelta cruzando la línea de meta con 40 milésimas de ventaja.

Por último, en el cuarto de litro también hubo doblete español. Julián Simón (Aprilia) se impuso en una prueba protagonizada por Pol Espargaró (Derbi), quien, tras una gran remontada, se fue al suelo por culpa del italiano Andrea Iannone -sancionado con 5.000 euros- cuando iba primero.