Nico Rosberg se impuso en el Gran Premio de Brasil por delante de su compañero Lewis Hamilton, y aún sueña con lograr su primer título en la Fórmula 1 que se jugará con el inglés en la última carrera del Mundial en Abu Dhabi dentro de dos semanas.

El alemán de Mercedes se impuso dominando la carrera de principio a fin y llegará a la última cita, en el trazado de Yas Marina, de puntuación doble, con 17 puntos de desventaja ante un Hamilton que peleó por el triunfo hasta el final.

Rosberg firmó su octavo triunfo en Fórmula 1 y el quinto en la presente campaña, rompiendo la racha de su compañero de cinco victorias consecutivas y una sequía propia desde el gran premio de su país. El teutón, que partía desde la pole, defendió bien su privilegiado puesto con una buena salida, a pesar del ataque de su compañero, que durante la carrera incluso sufrió un trompo en la vigésima octava vuelta en Descida do Lago. Pese a no tener que arriesgar demasiado, no paró el británico de intentarlo forzando la máquina, pero sólo logró acercarse peligrosamente a Rosberg sin tiempo para más.

De hecho, en la parte final de la carrera, y con intercambio de vueltas rápidas, Hamilton llegó a estar a tiro de DRS de Rosberg. Pero éste supo aguantar la presión hasta llegar victorioso a la línea de meta con más de un segundo de margen.

Tras esta penúltima carrera, Lewis Hamilton, campeón mundial en 2008, sigue al frente de la clasificación, ahora con 316 puntos, 17 más que Rosberg. El Mundial acabará el 23 de noviembre en Abu Dhabi, en el circuito Yas Marina, en donde habrá puntuación doble, es decir, 50 para el ganador. Rosberg acabó en Interlagos con la racha triunfal de Hamilton, que se había impuesto de manera consecutiva en la cinco últimas carreras: Italia, Singapur, Japón, Rusia y Estados Unidos.

El podio lo completó, ante su público, el brasileño Felipe Massa (Williams). El paulista supo sobreponerse a una penalización de cinco segundos de parada por superar el límite de velocidad en la calle de garajes en su primera parada para lograr su segundo podio del año, tras el que obtuvo en el Gran Premio de Italia. Y eso que el brasileño también tuvo un error en su segunda parada que le costó algunos segundos, cuando se detuvo por equivocación frente al garaje de McLaren, situado justo ante del de su escudería.

Por detrás acabaron el británico Jenson Button (McLaren), gracias a un gran adelantamiento a Kimi Raikkonen (Ferrari) a diez vueltas del final; el campeón los cuatro últimos años, el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), y Fernando Alonso (Ferrari), que acabó en la sexta plaza, dos por delante de la que ocupaba en la formación de salida.

En cuanto a la carrera, la guerra entre los Mercedes centró toda la atención. Las estrategias fueron vitales. Con los neumáticos destrozados, el líder del mundial pasaba por boxes y salía su segunda parada a siete segundos de su compañero de equipo. Hamilton, que pedía perdón por radio al equipo tras un trompo, apretaba los dientes para acercarse a Rosberg aprovechando que sus gomas tenían dos vueltas menos.

En ese momento paraba también Raikkonen y Ferrari volvía a fallar con el gato como ya les ocurriese en la prueba anterior, echando por tierra el buen planteamiento hasta el momento del finlandés. Por su parte, Hamilton recortaba poco a poco las diferencias con Rosberg, mientras Massa, tercero, controlaba a Button.

Cumplida la vuelta 40, Daniel Ricciardo (Red Bull) rompía su suspensión delantera izquierda y se dejaba caer hasta la parte trasera, con cuidado, para llegar a boxes y retirarse de la prueba.

La remontada de Hamilton era un hecho. El martillo del inglés golpeaba vuelta a vuelta hasta colocarse en zona de DRS. El paso de las vueltas eran un ir y venir de tiempos clavados entre Rosberg y Hamilton, pero el alemán aguantó el tipo para llegar a Abu Dhabi con el sueño vivo.