Fútbol l Tercera División

Relax en su propia casa

  • El San Fernando confirma que ha bajado los brazos en el tramo final de Liga y encaja contra el Pozoblanco su primera derrota en Bahía Sur de esta temporada

Largo. Excesivamente largo se le está haciendo al San Fernando el final de la temporada regular. Desde hace varias jornadas, a los de La Isla se les están convirtiendo los partidos restantes, desde que se proclamase ya hace tres semanas campeón de grupo, en un mundo. Y las lesiones, las sanciones, los problemas económicos y la falta de intensidad han convertido los últimos partidos en una losa complicada de levantar.

Como muestra un botón. Los isleños perdieron ayer su primer encuentro esta temporada en el Municipal de Bahía Sur, y lo hicieron ante un Pozoblanco que no hizo nada del otro mundo y que, en el caso de que los isleños hubiesen contado con todos sus efectivos y los tres puntos hubiesen sido vitales, otro gallo hubiese cantado.

Pero nueve bajas, y que no sirva como excusa, y la tranquilidad de los deberes hechos, privaron a los azulinos de terminar la temporada invictos en casa.

Y eso que el partido comenzó extraño. Los componentes de Orgullo Isleño mostraban, cerca del césped, pancartas en apoyo del equipo y en desacuerdo de la falta de pago a los jugadores, agradeciéndoles el esfuerzo realizado.

A éste desconcierto se unió un despiste generalizado de la inusual zaga azulina que vio como una falta, sin aparente peligro en su inicio, terminaba con el cuero dentro de las mallas del cuadro de San Fernando.

A partir de ese momento, los de Antonio Iriondo quisieron, eso sí, pero no pudieron remontar el marcador y los minutos, en la primera mitad, pasaron con más pena que gloria, sin destacar apenas jugadas de méritos.

Los cordobeses ya, desde el primer cuarto de hora nadaban y guardaban la ropa y los azulinos, fuera de toda intensidad, esperaban el momento para que llegase el empate.

Así, se afrontó una segunda mitad que no fue mejor que la primera, pero que sí contó con algunas ocasiones de gol, sobre todo la que tuvo el goleador Puli de cabeza que rozó el palo en el 56' o el de Tato que solo ante Raúl Iglesias mandó el cuero al travesaño, a falta de cinco minutos para la finalización del encuentro.

Conforme pasaban los minutos la sentencia de la primera derrota en casa llegaba y, aunque Iriondo trabajaba desde la banda para la reacción de sus jugadores, lo cierto es que la situación en la que se encuentran los isleños es complicada y mucho menos cuando la importancia de los tres puntos es nula.

La próxima vez que el Bahía Sur abra sus puertas para afrontar un partido oficial, éste será determinante, de fase final y, con total seguridad, la situación variará considerablemente.

Y es que el San Fernando ya solamente tiene que pensar en los play-offs y, para ello tendrá que dejar pasar el escollo del viaje a Córdoba para medirse al filial verdiblanco y, dar carpetazo a la Liga regular.

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