Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Deportes

Regresa el buen fútbol

La selección española se cobró la revancha ante Eslovaquia en la séptima jornada de clasificación para la Eurocopa de 2016, que se celebrará en Francia, tras derrotar por 2-0 a un rival invicto hasta la fecha gracias a un recital de un inspirado David Silva, el mejor del partido, lo que permite a La Roja colocarse en el liderato de Grupo C.

La derrota hace un año en Zilina todavía escocía en el seno de la equipo nacional. Tras las dudas generadas tras el Mundial de Brasil, el 2-1 de aquel partido hizo que se acrecentara el irregular momento del equipo entrenado por Vicente del Bosque. Casi 365 días después la historia es bien distinta.

Ayer, en la capital asturiana, España se reencontró con el patrón de juego que la hizo brillar en Europa hace menos de tres años, sobre todo en la primera mitad, en la que Silva enhebró un fútbol sensacional y se erigió en el gran protagonista. A los cinco minutos, el de Arguineguín se disfrazó de Leo Messi para asistir a Jordi Alba. Un pase sensacional, con la capacidad para pensar un segundo antes que su rival, sirvió en bandeja el 1-0, que el lateral blaugrana no desperdició. Pese a no ser prominente en los centímetros, el veloz jugador del Barça marcó de cabeza y rompió el partido antes de que los eslovacos mostrasen sus cartas.

A partir del gol, y con Pedro haciendo diabluras, España fue más dueña del cuero (75% vs 25%) y creció gracias a su centro del campo. Talento a borbotones cuando el balón pasaba por los pies de Cesc Fábregas e inteligencia en la creación si Iniesta dispondía de dos segundos en el balcón del área. Ésas fueron las credenciales nacionales en los primeros compases.

Susto al margen de los eslovacos -Robert Mak no acertó en una pifia de Sergio Ramos- el partido terminó de romperse a la media hora, con un penalti señalado a Diego Costa en un mano a mano con el meta eslovaco. El delantero hispano-brasileño sacó tajada a un excelente pase de Cesc Fábregas y el colegiado no dudó en señalarlo. Iniesta fue el encargado de transformarlo.

Ahí es donde verdaderamente se siente cómodo el gigantón del Chelsea, con balones al espacio y buscando el cuerpo a cuerpo. En la constante asociación para marear al rival, el delantero de Lagarto se encuentra muy perdido, bastante más de lo que le gustaría a Del Bosque. Parece, un año después, que la sombra de David Villa sigue siendo demasiado alargada.

En la segunda parte, y con las revoluciones menos alteradas, la actual campeona de Europa pudo haber ampliado la cuenta si Cesc no se hubiese dormido a los 62 minutos -en un remate franco desde el corazón del área- o si Diego Costa hubiese acertado con su chilena cuando el contrincante ya no tenía más argumentos.

Para entonces, Duris y Hamsik habían avisado con dos lanzamientos que detuvo Casillas. El primero, al delantero del Nápoles, y el segundo, tras una gran intervención que acabó en córner. Por ahí pasaron todas las opciones de los jugadores de Jan Kozak, que se deshicieron con el paso de los minutos y acabaron entregándose a una España que demostró galones.

Busquets tuvo en sus botas el 3-0, pero éste no llegó. Lo que sí llegaron fueron los pitos a Piqué, incesantes durante todo el encuentro. Parte del público del Tartiere se entretuvo toda la noche silbando al central del Barça en cada una de sus intervenciones. Iniesta, cuando acabó el choque, pidió un poco de reflexión.

De esta forma, los de Del Bosque guardaron la renta y tomaron el mando del Grupo C. El liderato, a falta de tres jornadas, pasará por Macedonia y Ucrania fuera de casa y por Luxemburgo, en Las Gaunas, el próximo mes de octubre. La selección coge aire y engrasa sus piezas. Una buena noticia antes de afrontar el año de Eurocopa, en la que defenderán título por segunda ocasión consecutiva.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios