Una victoria en el momento más conveniente. El Deportes Romero ahuyentó ayer los fantasmas del descenso venciendo con claridad al Villamartín. El equipo que entrena Paco Baena fue de menos a más hasta gozar de la mayoría de ocasiones en la segunda parte, en la que perdonó la goleada a un rival bien armado pero que estuvo falto de mordiente y veteranía para jugar mejor sus bazas.

El conjunto capitalino afrontó el choque muy consciente de la necesidad de lograr los tres puntos para salir de la zona baja o, al menos, para ampliar la diferencia con el cuarto clasificado empezando por la cola. Esto se tradujo en un juego ordenado, sin concesiones en labores defensivas y con un trivote ofensivo -Chico, Sotelo y Dani Tejera- que asustaba por su mezcla de velocidad, calidad y experiencia.

El arranque romerista fue excepcional al desbordar al Villamartín por el ala derecha y por el centro, lo que provocó que Dani Tejera gozara de dos llegadas ante el portero Alberto que éste consiguió abortar. El conjunto visitante, que dirige el tándem David Tenorio-Jesús Ruiz, trató de sacudirse el dominio con un remate de cabeza a cargo de Villagrán que se fue ligeramente alto. Antes del primer gol, una gran jugada de Sotelo la desaprovechó Spiry al mandar fuera con todo a favor. El extremo romerista estuvo impecable entrando en velocidad, pero bastante peor a la hora de definir. Todo lo contrario que Sotelo, que en el primer mano a mano que tuvo en sus pies batió con facilidad a Alberto para poner en ventaja a los locales ante el enfado del banquillo serrano.

La alegría duró justo el tiempo que tardó el equipo de Baena en cometer una falta infantil que dio paso al empate, obra de Ángel. Una vez más los romeristas sintieron cerca el alto precio que tiene cometer errores absurdos.

Al menos Dani Tejera, que equilibra su falta de fondo físico con una calidad precisa, puso las cosas en su sitio anotando el segundo del Romero cuando más perdido tenían sus compañeros el centro del campo.

El segundo periodo fue un monólogo de oportunidades para el Deportes Romero, que perdonó la goleada a un adversario voluntarioso pero que empezó a acusar las ausencias con las que acudió ayer a Cádiz. Sotelo -en tres ocasiones-, Dani Tejera, Spiry y Sergio llamaron a la puerta de una victoria más amplia que se sigue resistiendo en el Irigoyen.