Liga de campeones

El Real Madrid sella el pase a octavos (1-0)

  • Los blancos vencen en casa al Liverpool gracias a un gol de Benzema en la primera mitad. Cristiano lo intentó pero no pudo batir el récord de Raúl.

El Real Madrid se clasificó matemáticamente para los octavos de final de la Liga de Campeones al vencer por 1-0 a un Liverpool repleto de suplentes y que se rindió a un gol de Karim Benzema, el mejor del duelo. El equipo de Carlo Ancelotti sumó su cuarto triunfo en otras tantas jornadas. Aunque jugó con más relajación que en precedentes citas, le alcanzó para aumentar su racha a 12 triunfos consecutivos entre todas las competiciones.

El Liverpool llegó a Madrid derrotado, a juzgar por su alineación. Su entrenador, Brendan Rodgers, dejó en el banquillo a piezas tan valiosas como Steven Gerard, Raheem Sterling, Coutinho o Mario Balotelli. Fue una clara exhibición de bandera blanca. Pero, al tiempo, los jóvenes aportaron un punto de desinhibición que los sostuvo durante los primeros minutos. El Real Madrid actuó a medio gas en el tramo inicial de la primera parte, seguramente confiado por la alineación rival. Pero aun así le alcanzó para crear las dos primeras ocasiones de peligro, con sendos disparos de James Rodríguez y Cristiano Ronaldo que encontraron la excelente respuesta de Simon Mignolet en el arco.

El Liverpool manejó el balón hasta que le dejó el equipo blanco. Cuando éste se puso a tocar y fue preciso en las entregas, comenzó el asedio y el disfrute de la grada del Santiago Bernabéu, que vive tiempos felices. El gran protagonista de la primera parte fue Benzema. El francés atraviesa un magnífico momento de forma y aporta múltiples soluciones a su equipo. Baja cualquier balón, descarga a zonas despobladas y tira paredes, entre otras cosas. Y una de esas cosas el gol.

Suyo fue el único tanto del duelo, que ocurrió a los 27 minutos con una jugada que define perfectamente el estilo que está perfeccionando el conjunto blanco durante esta temporada. Una sucesión de combinaciones llevó el balón a la banda de Marcelo, quien puso un centro medido para que Benzema empujara a la red. Para entonces, el partido sólo se jugaba en campo del Liverpool, y más concretamente en su área. La defensa inglesa se quitaba el balón de encima como podía y los volantes locales recuperaban para volver a iniciar jugadas.

La mínima renta del Real Madrid pareció corta al descanso. No ayudó a engordarla la actuación de Cristiano Ronaldo, excesivamente ansioso por marcar y alcanzar el récord de 71 goles en Liga de Campeones que todavía tiene el español Raúl. El Real Madrid se relajó profundamente en la segunda parte. Y en estas condiciones, cualquier equipo, incluso este Liverpool, es capaz de equilibrar encuentros, y más si el resultado permanece ajustado. El conjunto inglés realizó su primer disparo entre palos a los 56 minutos, con un lanzamiento de Alberto Moreno que paró Iker Casillas. Y un minuto después, Adam Lallana tiró fuera.

El conjunto blanco necesitaba algo y Ancelotti lo encontró en Gareth Bale, quien salió en lugar de James Rodríguez. Y lo primero que hizo el galés es mandar un disparo al palo. Bale no necesita participar en el juego para generar ocasiones por sí solo. El Real Madrid pareció darse cuenta de que el marcador no invitaba al descanso y aceleró un poco sus acciones para intentar sentenciar el duelo. Pero el Liverpool no se arrugó, y menos con las entradas en el campo de Gerard, Sterling y Coutinho. La incertidumbre en el marcador y la ida y vuelta propició un final emocionante, pero los blancos nunca vieron peligrar su victoria. El Real Madrid ganó, aunque sin grandes alardes, y comienza a convertir los triunfos en costumbre.

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