Liga de campeones

El Real Madrid se estrella en Alemania (2-0)

  • Los blancos caen ante el Wolfsburgo en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones.

El Wolfsburgo provocó un gran impacto y dejó al Real Madrid contra las cuerdas al ganarle en casa por 2-0 en el encuentro de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones del fútbol europeo. El suizo Ricardo Rodríguez, al convertir un dudoso penalti de Casemiro sobre André Schürrle a los 18 minutos, y Maximilian Arnold, al definir un magnífico contragolpe a los 25', le dieron la ventaja a los alemanes, que luego aguantaron bien a un Madrid sin pegada. Entonado por el triunfo en el clásico ante el Barcelona, el Real Madrid salió dispuesto a jugar en campo rival. Y antes de los dos minutos encontró las redes del arco del Wolfsburgo, pero el tanto anotado por Cristiano Ronaldo fue invalidado por posición adelantada del portugués.

Fue un aviso de lo que vendría diez minutos después, cuando Karim Benzema tuvo la ocasión de adelantar a los visitantes después de una destacada carrera, pero el remate del francés fue devuelto por el pie izquierdo del arquero Diego Benaglio. En ese pasaje inicial, el Madrid reclamó además por un posible penalti sobre Gareth Bale, que el árbitro italiano Gianluca Rocchi no pitó. Pero la mejor posesión y control del conjunto dirigido por Zinedine Zidane chocaron con la efectividad del Wolfsburgo, que empezó a crecer desde los pies de Julian Draxler.

El internacional alemán encontró espacios sobre la derecha de la defensa del Madrid y desde allí comenzó a lastimar con su inteligencia. Además, Schürrle como falso centrodelantero, sin dejarle referencias a los centrales madridistas, también complicaba al fondo blanco, hoy de azul. Y con esa fórmula, a los 18' llegó el primer gol, después de una dudosa falta de Casemiro sobre Schürrle, que se dejó caer en el área cuando el brasileño quiso interceptar su remate después del envío de Draxler. Rodríguez, con enorme tranquilidad y jerarquía, engañó a Keylor Navas con el zurdazo y colocó por delante a los alemanes.

Sin embargo, la sorpresa no se quedó allí. Siete minutos más tarde, los 26.400 hinchas que colmaron Wolfsburg Arena volvieron a estallar, cuando Arnold definió una excelente maniobra colectiva en el área pequeña y marcó el 2-0. La jugada nació de nuevo en los pies de Draxler, que cruzó el campo de izquierda a derecha antes de habilitar a Bruno Henrique. El brasileño, que debutaba como titular tras llegar en enero proveniente del Goiás, desbordó a Marcelo, hizo la pausa justa y cedió al medio para que Arnold anticipara a los centrales y a Navas para señalar el segundo gol.

Confundido por los impactos rivales, el Madrid buscó retomar el control del juego, pero lo hizo lejos del arco defendido por Benaglio y sin generar ocasiones de riesgo. La única clara que pudo provocar la falló Benzema, con un cabezazo desviado tras un buen centro de Bale. Para complicar más esa primera mitad, el centrodelantero francés salió lesionado por un golpe de Naldo y debió ser reemplazado por Jesé.

Para la segunda parte, el conjunto español asumió el dominio desde el principio, al tiempo que el Wolfsburgo se replegó en busca de achicar espacios y esperar algún contragolpe salvador. El juego se hizo friccionado, con muchos roces y faltas, que alteraron los nervios de los jugadores visitantes. En ese contexto, Cristiano Ronaldo y Bale tuvieron ocasiones para descontar, pero sus disparos salieron desviados. Del otro lado, Schürrle tuvo el tercer gol, pero remató alto desde una excelente posición, mientras que Bruno Henrique disparó al cuerpo de Navas cuando tuvo su posibilidad.

A medida que corrían los minutos, el asedio madridista se intensificaba, pero sin la suficiente pegada como para que Benaglio pasara grandes sobresaltos. Por eso, por más que se terminó defendiendo muy cerca de su arquero, el Wolfsburgo aguantó la victoria con tranquilidad y se llevó un triunfo soñado para la revancha dentro de una semana en estadio Santiago Bernábeu, que incluso pudo ser más amplio si no fuera por la notable salvada de Navas sobre un derechazo del ingresado Max Kruse cuando se terminaba el partido. Para el Real Madrid, diez veces ganador del certamen, quedó el sabor amargo de la derrota y de no haber marcado en campo rival, aunque todavía tiene 90 minutos para cambiar la imagen.

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