Comienza la era Queco Rosano en el Chiclana. El técnico, que tomó los mandos el pasado miércoles tras la dimisión de Pepe Fernández, debuta en el banquillo blanco este mediodía en el Municipal de La Palma, un rival que también llega tocado después de dos derrotas consecutivas. El nuevo entrenador chiclanero sabe que su primera misión es devolver la alegría a un grupo "un poco bajo de moral, con una racha negativa encima, siendo un conjunto confeccionado para estar un poco más alto en la tabla". Por ello, "nos toca reestructurar un poco el equipo y recuperar la ilusión de un grupo que ha sido el principal motivo para que yo diera el paso de volver a entrenar este año.La plantilla que tiene el Chiclana más algún retoque que haremos creo que será competitiva, como para intentar estar entre los tres primeros".

El tema anímico no es el único problema que ha debido afrontar el míster en sus primeros días de trabajo, pues los blancos cuentan con numerosas bajas de cara al partido frente a los onubenses. "Nos hemos encontrado un equipo un poco mermado en cuanto a lesiones y sanciones. Tenemos las bajas de Nico y Joaqui por lesión y las de Alberto Muralla, José Mari y Diego Ramírez por sanción, además de las ya conocidas salidas de José Miguel Caballero y Joaquín Aragón al Conil", explica. El club ha movido ficha para paliar tales ausencias y en los últimos días se han incorporado el portero Pablo Espigado, procedente del Balón, el central David Montero, que regresa al Municipal tras su paso por Chiclana Industrial y Conil, y el centrocampista Rafa Natera, también un viejo conocido de la casa blanca y que comenzó la temporada con el Novo Chiclana de Segunda Andaluza. Y probablemente no sean los últimos en llegar, pues Queco confirma que la entidad chiclanera está buscando posibles refuerzos "para el lateral, el mediocentro y algún punta".

Aun así el técnico destaca su total confianza en el grupo que se ha encontrado en el Chiclana, siendo de hecho uno de los motivos que le han llevado a regresar a los banquillos. "Mi llegada está propiciada en parte por los jugadores, ellos opinaban que podía ser la persona ideal para coger el equipo. Una gran parte ha trabajado conmigo y es una de las cuestiones por las que he decidido volver a entrenar. Creo que era el momento, estaba cerca de casa y el grupo me invitaba y me daba confianza para volver a trabajar. Gente veterana, experta en la categoría, que ya sabe como trabajo. Se daban todos los condicionantes para que volviera a entrenar. Estoy muy contento con el grupo, aunque algún retoque haremos", subraya.

Un "campo difícil" como es el de La Palma será el escenario de su debut en el banquillo blanco. Aunque aún no ha tenido mucho tiempo para imprimir su estilo al equipo, ve a sus futbolistas "con ilusión renovada" y dispuestos a "cambiar la dinámica cuanto antes".