fútbol lTercera División

Puli: "Ha sido muy duro, pero ya pasó"

  • El capitán del San Fernando reapareció tras seis meses y medio en el dique seco

El 17 de octubre de 2010 está marcado en rojo en el calendario de la vida de Jesús Bernal Aparicio. Corría el minuto 43 de juego cuando la pierna se quedó clavada en un giro. Williamson había marcado cinco minutos antes para un Jerez Industrial que parecía imparable y el San Fernando perdía el partido y a uno de sus jugadores más importantes, Puli.

El carismático jugador azulino suspira cuando se le recuerda la jugada y echa la vista atrás. "Han sido seis meses y medio duros, muy duros, pero ya, gracias a Dios, todo ha pasado".

Recordando el momento se barajaron dos opciones, la de intentar no pasar por el quirófano buscando la recuperación y la de operarse. "Los primeros pronósticos fueron confusos y de ahí la intención de que fuese el menor tiempo posible, pero luego se demostró que no quedaba otra opción".

Cuando se abrió, el diagnóstico fue tremendo, con el menisco interno de la rodilla destrozado y el ligamento cruzado anterior roto en su totalidad, no de manera parcial como se intuyó en un principio. "Fue una operación que ya había tenido cuando estuve en el Jaén y el proceso de recuperación ha sido el mismo".

El domingo pasado, a pesar de que el equipo había jugado de ensueño durante los primeros 20 minutos, del gol de Pedro Carrión, que fue una joya, y de la victoria ante un rival como el Cádiz B, la mayor ovación de la tarde fue para Jesús Bernal en el momento en que se despojó del chándal.

El jugador saltó al terreno de juego emocionado. "Emocionado no, una página más. Lo cierto es que solamente tengo palabras de agradecimiento para esta afición, la afición de mi equipo, mi afición. Fue bonito y atrás quedaron muchos meses de dolor y de malos momentos".

Además, cumplió una promesa que hizo cuando se operó, la de jugar la recta final del campeonato. "Ese era mi objetivo y por ello he trabajado día y noche durante muchas horas".

La presencia de Puli coincidió con la clasificación matemática para la fase de ascenso. "Imagínese que tengo que verlo desde la grada. Es mucho más bonito verlo desde el campo, estar con tus compañeros y compartirlo en el vestuario. Han sido muchos partidos impotente en las gradas...".

Ahora en la mente solamente está el ascenso, igualar aquella imagen de Puli rematando de chilena el tanto que hacía que el equipo subiese a Segunda B hace algunas temporadas. "Estamos tremendamente ilusionados y la verdad es que estamos llegando a la recta final del campeonato en un momento dulce de juego. Ojalá se traduzca todo en el ascenso", señala el jugador.

En la hora de los agradecimientos se acuerda de todos, pero principalmente "de mi familia, mi mujer, mis padres, mi hermano, que han estado siempre ahí, y de los compañeros que han sido mi segunda familia. La verdad es que es emocionante ver cómo se han portado conmigo durante tantos y tantos meses", indica emocionado el capitán del equipo azulino, que ha vuelto, como prometió, a los terrenos de juego. Será el mejor refuerzo del San Fernando de cara a lo más importante de la temporada, lo que viene ahora.

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