A las 19:00 horas españolas de ayer, el Central Lechera Asturiana, de los regatistas asturianos Juan Meredit y Fran Palacios, anunciaban al cuartel general de la regata en Barcelona, que había partido el mástil en dos mitades, cuando se encontraban a unas 100 millas del cabo Farewell, en la isla sur de Nueva Zelanda. Con los dos tripulantes en buen estado, navegan con un aparejo de fortuna realizado con las dos mitades del mástil, rumbo a Wellington, ciudad en la que evaluaran los daños y las posibilidades de continuar con un mástil nuevo. Juan Meredit declaraba sobre lo sucedido que "esto es un sueño de muchos años y no queremos que se nos escape y por tanto y de momento no nos retiramos". Hay que recordar que este barco ya entró en Ciudad del Cabo a reparar la quilla.

Mientras los dos primeros se acercan al mítico cabo de Hornos, separados ambos por una distancia de 80 millas, en el cabo, como predice su fama, se está montando una borrasca impresionante fruto de una de las colas del ciclón Atu, que según parece cogerá de lleno al español Mapfre, mientras que los franceses del Virbac Paprec 3 parece que se pueden escapar.

En la lucha por el tercer puesto el Renault Zero. Emisión ha conseguido escaparse algo del Neutrogena y la distancia asciende ya a 46 millas a favor de los españoles, que han sido por otro lado los más rápidos de ayer al navegar en 24 horas un total de 419 millas a una velocidad media de nada menos que 17.5 nudos. El Mirabaud sigue sexto a 324 millas del podio. Estos tres barcos se verán muy afectados por la borrasca que se anuncia. Por la parte media-baja de la flota, el barco con tripulación totalmente femenina, Gaes, anunciaba un vuelco por culpa de un fallo imprevisto del piloto automático que le cruzó a la ola, pero con auto adrizamiento inmediato. Navegaron una horas a la capa para poner orden en el interior y continúan en regata sin problemas. El FMC continúa amarrado en la capital kiwi, donde arribó el martes, estando prevista su partida durante el día de hoy. Y el farolillo rojo, Roca, tras embarcar una enorme ola por la popa que le inundó tanto la cabina como el interior del barco, sigue si bien a nada menos que 5.001 milla de los líderes.