El Conil golea al Bornense y por el momento tiene un rival menos en la pelea por acabar en primera posición. La derrota del Arcos en el campo del Rosal abre un nuevo horizonte para los amarillos, que ayer no se lo pensaron dos veces para pasar por encima de un rival que fue inferior y que apenas demostró las urgencias que tiene debido a su delicada clasificación.

La victoria sobre el equipo de Bornos coloca al Conil en segunda posición, a la espera de seguir sumando victorias y que el Algeciras cometa un error antes de que finalice la fase regular. Los pupilos de Manolo Rueda han sido los que han entrado en mejor forma en el tramo decisivo de competición.

Que el Conil no quería dejar los deberes para la segunda parte quedó demostrado en el primer cuarto de hora de partido. Fue el tiempo que necesitaron Pedro y Molina para dejar el choque visto para sentencia. Con 75 minutos por delante, a los amarillos les bastaba con seguir disfrutando con el balón en los pies para brindar un buen espectáculo a sus aficionados.

Rueda tuvo muy en cuenta el juego aéreo del Bornense, que cuenta con jugadores que van bien de cabeza y que resultan letales en las acciones a balón parado. Por eso colocó a Juanlu y Faly en la zona ancha para que dominaran la situación.

Con el Bornense ahogado en su propia mediocridad por no encontrar una fisura en la labor defensiva de los locales, el duelo apenas contaba con argumentos para pensar en una sorpresa del conjunto serrano. Los goles de Pedro y Molina pusieron el encuentro cuesta arriba para los visitantes, que afrontaron el segundo periodo con el viento en contra.

Tampoco el Conil, a vuelta de vestuario, estaba por la labor de darle emoción a la cita. Se encargó de ello Perla, que a los tres minutos de la reanudación acercó el duelo a la goleada. Con todo el pescado vendido y con Rueda moviendo el banquillo para que todos tuvieran minutos -hasta el portero Kiko-, los amarillos disfrutaban de una superioridad aplastante y de ocasiones para aumentar la cuenta que fallaron Molina y José Antonio. El que no lo hizo fue Agustín, que diez minutos después de incorporarse al partido se convirtió en uno de los goleadores y en el hombre que cerró la cuenta y un partido muy serio del Conil, que se comió a un Bornense demasiado inocente.

A los conileños les restan dos jornadas claves para pelear por el ascenso o por la eliminatoria de subcampeones, mientras que el Bornense sigue con opciones para lograr la permanencia.