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Primer paso hacia el ascenso

  • Los isleños se imponen de manera merecida en La Rioja gracias a su mayor pegada en un partido marcado por la intensidad y los despistes defensivos, lo que les obliga a sufrir hasta el último minuto

El San Fernando salió ayer airoso del infierno de Calahorra, que hay que denominar así por las condiciones que rodearon al partido en cuanto a la lluvia y la pesadez del terreno de juego, lo que mermó una enormidad a los jugadores isleños. No obstante, la mayor pegada del conjunto de Antonio Iriondo acabó por imponerse de manera más que merecida para encarrilar la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda B, que en cualquier caso habrá que refrendar el próximo fin de semana en Bahía Sur. Mención aparte para la parroquia azulina, que en un número cercano a los 200 cruzó España para estar con su equipo derrochando fiebre azulina y caballerosidad.

Antes del comienzo se esperaba un encuentro de tremenda lucha, lo que se fue confirmando con el paso de los minutos y con jugadores del perfil del local Héctor y del visitante Porto, que fueron los abanderados en la parcela física. Para resolver una eliminatoria de este calibre resulta fundamental acertar con el juego ofensivo, y el San Fernando lo hizo en su primer acercamiento al área de Moisés. El gol de Puli, tras rechazar la defensa un buen pase de Reque, puso tierra de por medio porque el atacante soltó un zapatazo con la zurda que se coló por el lado del portero. El ariete isleño es el fiel reflejo de la capacidad del San Fernando de la medular hacia arriba.

La entereza del Calahorra fue admirable porque además de no agachar la cabeza tras el golpe, se lanzó a por el empate cargando su frescura en el recién fichado Héctor y en Iñaki, quienes se mostraron peligrosos mientras recibían el balón con espacio. Esta dupla dio muchos quebraderos de cabeza a Reque, el más flojito de la zaga azulina. De hecho Del Puente y Luigi pudieron firmar las tablas tras dos internadas de los baluartes ofensivos de los riojanos por el lado del jerezano.

El tramo final del primer periodo fue un preámbulo de lo que aguardaba para el segundo. En apenas cuatro minutos, del 41 al 45, Raúl Iglesias sacó una mano providencial ante el lanzamiento de David Sánchez, Sergio Berro se plantó solo frente a Moisés, en otro buen pase de Reque, pero se le echaron encima pudiendo existir penalti, e Iván Guerrero firmó el segundo en un libre indirecto al borde del área. El ex cadista colocó el esférico y marcó las indicaciones a sus compañeros; lo de más era suyo: mandar el balón en la red.

El San Fernando tenía los deberes hechos y el 50 % de la eliminatoria en el bolsillo a pesar de los primeros problemas físicos en algunos de sus jugadores, pagando el alto precio a un gran esfuerzo. Canito se quedó en la ducha en el descanso al estar tocado, e Iván Guerrero le siguió pocos minutos después, ya que además de presentar igualmente molestias le habían mostrado una tarjeta amarilla. Las variaciones obligadas no mermaron en un principio el potencial isleño; todo lo contrario, porque Moke y Javi Casares dieron otra punta de velocidad para buscar a la contra el tercer tanto. El francés lo tuvo en sus botas con Moisés batido tras rechazar un chut de Merino.

El control azulino perdió peso con la internada de Kike Moreno, de nuevo por la banda de Reque, que dio paso a su gol. Gran gol y la puerta a la mínima esperanza riojana pensando en Bahía Sur. Tuvo que sufrir el equipo de Iriondo para evitar lo que hubiera sido un injusto empate, aunque pagó el precio de la victoria con la justa expulsión de Dani Marcos, que vio la roja al parar un contragolpe entrando por detrás.

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