La administradora concursal del Racing, Yolanda Morales, ya dispone del acta de la asamblea del pasado día 19, en la que los socios se pronunciaron en contra de la presentación de un convenio de acreedores de la entidad. El siguiente paso consiste en la remisión de dicha acta al Juzgado de lo Mercantil, momento tras el cual, según la abogada del concurso, Manuela Gutiérrez, "lo más normal es que la justicia inste a la liquidación del Portuense".

La circunstancia de que agosto sea un mes inhábil, unida a la importante carga de trabajo del juzgado y a la necesidad de sustituir a Nuria Orellana, jueza encargada del concurso hasta hacerse efectivo su traslado a Málaga, retrasaría la decisión al menos hasta septiembre u octubre.

Pese a que la administradora concursal dejó abierta la posibilidad de convocatoria de una nueva asamblea que se pronunciara sobre la presentación del convenio (si es que así lo solicitara el número de socios que establecieran los estatutos) y pese también a que la abogada del concurso esboza opciones como la de que sean los propios acreedores quienes, en virtud de lo previsto legalmente, formalizaran el citado documento, la sensación general en los ambientes futbolísticos es la de que la desaparición del Racing Portuense pende sólo de una firma.

Manuela Gutiérrez, abogada del concurso, ha señalado que si se insta a la liquidación "será la administradora concursal quien la efectúe al no haber personas que afronten la gestión del club" (la asamblea del pasado día 19 finalizó sin voluntarios para la composición de una gestora).

La deuda del Racing Portuense alcanza los 2.202.483 euros, de los que 887.853 se enmarcan bajo el epígrafe de deuda ordinaria y 1.336.967,04 bajo el de deuda subordinada, correspondiendo este último capítulo, casi en su totalidad, al expresidente Manuel Lores.