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El Pirineo, a escena

  • En la tercera y decisiva semana de competición, Thomas y Froome buscarán la gloria o hacer historia

Geraint Thomas, en el podio tras finalizar la decimoquinta etapa del Tour de Francia 2018.

Geraint Thomas, en el podio tras finalizar la decimoquinta etapa del Tour de Francia 2018. / KIM LUDBROOK / efe

Geraint Thomas y Chris Froome, los generales del Sky, entrarán con ventaja en la semana decisiva de los Pirineos, donde los espera la gloria a uno u otro si superan la resistencia de los aspirantes, que anuncian batalla, como Tom Dumoulin (Sunweb) o el Movistar de Mikel Landa y Nairo Quintana.

El dominio abrumador del Sky ha marcado las dos primeras semanas. En la tercera cuentan con doble baza y una ventaja en la general que los permitirá correr con sus cartas y con la garantía de tener a los rivales directos a una distancia de entre dos y tres minutos.

Tras la jornada de descanso en Carcassonne, en cada equipo se ordenaron las ideas y se recuperaron fuerzas para afrontar los Pirineos. Thomas y Froome discutirán el maillot amarillo ante Dumoulin, Primoz Roglic (Lotto Jumbo), Romain Bardet (Ag2r) y Landa. La primera gloria o el quinto Tour que da acceso a la historia está en juego.

La carrera pondrá a cada uno en su sitio mientras los rivales examinan el punto débil de la armada del Sky. Dumoulin es el jefe de la oposición. El ganador del Giro 2017 quiere podio, y si ve opciones, con la última crono a su favor, intentará la sorpresa. Está a 1.50 de Thomas.

El desgaste y el factor psicológico podrían determinar las estrategias. Las diferencias no son definitivas. El Sky jugará a no perder lo conseguido y rematar la faena ganadora, a ser posible sin conflicto de intereses. Los demás deberán quemar las naves para demostrar que al cuadro británico se le puede hincar el diente.

Los Pirineos a escena. Si alguna etapa se considera clave, es la de mañana, una trampa de 65 kilómetros con tres puertos de entidad: Peyragudes y el Col de Val Louron-Lazet, ambos de 1ª categoría, y para terminar uno de categoría especial, el Col du Portet, de 16 kilómetros al 8,7% que desemboca en Saint-Lary-Soulan. Tras la etapa de respiro del jueves, con final en Pau y apta para escapadas y velocistas, el viernes llega el etapón entre Lourdes y Laruns, la jornada reina de los Pirineos, con seis puertos, entre ellos el Aspin, el Tourmalet y el Aubisque.

Las últimas dudas se despejarán el sábado con la contrarreloj que termina en Espelette, País Vascofrancés, con un recorrido complicado de 31 kilómetros que incluye el Alto de Pinodieta, un muro de 900 metros al 10% a tres kilómetros de meta.

Y ya hasta París. ¿Se llevará la gloria un nuevo británico? ¿Entrará Froome en el club de los cinco junto a Anquetil, Merckx, Hinault e Indurain? El Tour se mantiene con alicientes de sobra. Hasta el último metro.

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