Los jugadores del Cádiz sabían desde la noche del domingo que algo se estaba cociendo en el club. Por eso, ayer eran muchos los que estaban pendientes de los movimientos que se pudieran producir sobre la salida del entrenador y la llegada de un relevo. Buena parte de ellos estaban tristes por la salida de Raúl y lamentaban que se tuviera que dar ese paso, pero entienden que son los culpables.

Abraham Paz, uno de los capitanes de la plantilla, conocía la noticia de la destitución de Raúl al poco de anunciarse oficialmente y también estaba al tanto de la llegada de Julián Rubio. El portuense espera que sea positivo para el equipo: "La salida de un entrenador siempre es un momento desagradable que nadie quiere, pero los resultados mandan y el club ha decidido hacer el cambio. Los futbolistas ahí no podemos hacer nada, pero es algo que pasa en todos los equipos del mundo".

¿Puede tener un efecto inmediato quedando sólo tres jornadas? El defensa amarillo comenta al respecto que "cuando llega un nuevo entrenador, los jugadores siempre se sienten más motivados porque no se sabe con qué futbolistas va a contar y suele ser efectivo. Con Raúl nos pasó y ganamos los dos primeros partidos, a ver si esta vez sucede lo mismo".

No conoce personalmente a Rubio, pero dice que le han hablado "muy bien de él y es una persona con experiencia y que conoce muy bien la categoría". Por último, Paz está de acuerdo con Antonio Muñoz en que no es el momento idóneo para atizar a la plantilla: "No creo que sea el momento de acusar a nadie de lo que está pasando. Tenemos que estar todos centrados en salvar al equipo, que es lo más importante. Hay equipos por debajo de nosotros y si estamos unidos y con las ideas claras, podemos sacar los puntos que necesitamos".