Corren malos tiempos para el fútbol más allá del puente Carranza y de Torregorda, por donde las aficiones de Portuense y San Fernando no ganan para disgustos. Y es que la convulsa situación económica en la que andan inmersas ambas entidades se está viendo acompañada en las últimas fechas por uno de los más acérrimos enemigos de cualquier equipo: los malos resultados.

Cierto es que desde el inicio de Liga por el José del Cuvillo se estila más eso de empatar partidos -suman la friolera de diez igualadas- que el de almacenar triunfos -sólo han logrado uno-. Pero es que a Bahía Sur, donde el San Fernando firmó un inicio de competición ilusionante, han llegado de sopetón las vacas flacas y el conjunto de Antonio Iriondo se ha situado a un suspiro de la zona de descenso. Remitiéndonos a las cifras, tanto racinguistas como isleños sólo han conseguido una victoria en las últimas diez jornadas, pobre bagaje para dos conjuntos que quieren repetir experiencia en el grupo IV la próxima temporada. Además, ambos comparten los mismos goles en este periplo: ocho a favor y 13 en contra. Eso sí, los pupilos de Alberto Ferri le han sacado un mayor partido a sus dianas, pues han sumado diez puntos por siete de los azulinos.

Aunque con muchas jornadas por delante, parece que ambos equipos están abocados a convertirse en rivales directos para bregar en el furgón de cola. Ojalá no sea así, pero cuando en el binomio resultados-situación económica, base de cualquier estructura deportiva, no funciona ninguna de las dos partes... ¡peligro!