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Oscuridad bajo el sol

  • El Real Madrid hunde más la moral del Barcelona y gana un partido descafeinado en el que sólo se enfrentaban los ánimos Sergio Ramos decide antes de un final polémico

Al Real Madrid le bastó orden, rigor y sentido de la oportunidad para ganar por 2-1 a un Barcelona que no sale del pozo. Sergio Ramos decidió a siete minutos del final con un cabezazo que no sólo le sirvió al Real Madrid para sumar tres puntos, sino para ganar una tremenda moral para el partido del martes ante el Manchester United por la Liga de Campeones. Todo lo contrario que el Barcelona, que sólo se pudo agarrar a un posible penalti no pitado sobre Adriano en el descuento para justificar la derrota. El partido mostró el dispar momento que viven actualmente ambos equipos: el Real Madrid está lanzado y el Barcelona vive angustiado, como si hubiera perdido la fe en todo aquello que le hizo grande.

La primera parte fue indigna de un clásico, con un Real Madrid que no quiso y un Barcelona que no pudo. Se registraron más goles que fútbol y tampoco la grada vibró. En esa primera parte, parecía claro que era un partido que ninguno quería.

Con todo, el Real Madrid aparentó estar más cómodo que su rival. Empleó la táctica que tanto rédito le dio en los últimos encuentros ante el Barcelona, defendiendo muy junto, en pocos metros, e intentando tirar contras.

Lo que sucede es que esta táctica no es tan ventajosa en ataque si no se cuenta con Cristiano Ronaldo. Él solo arma toda una delantera. Aun así, fue el Real Madrid el primero en morder. Ocurrió a los seis minutos, en una jugada que desnudó las grandes carencias defensivas que tiene el Barcelona. El bisoño Morata arrancó en la izquierda, Daniel Alves no tapó, Mascherano se comió el centro y Benzema marcó.

Falto de profundidad, el equipo se encomendó a Messi, que esta vez sí apareció. Ocurrió a los 18 minutos, con un balón filtrado entre la distraída defensa blanca que el argentino aprovechó. Marcó con un disparo vertiginoso de zurda que sorprendió a Diego López.

Y no hubo mucho más en una primera parte hipotensa, algo que por otra parte muchos esperaban. La incógnita era ver si los dos equipos se conformaban.

Fue José Mourinho el primero en mover pieza y no fue para algo menor: a los 57 minutos entró Cristiano Ronaldo e inmediatamente comenzaron a ocurrir cosas en el área del Barcelona. Bastó la entrada del portugués para que el Real Madrid comenzara a ofrecer mejores sensaciones que su rival.

El Barcelona prosiguió con su movimiento cansino de balón, falto de profundidad y sin apenas subidas de sus laterales. Como el martes, los defensas del Real Madrid vivieron tranquilos.

El Real Madrid avisó a los 75 minutos y Víctor Valdés sacó prodigiosamente el remate de Morata. Y tres minutos después llegó el gol definitivo.

Fue en un saque de esquina, tan mal defendido por el Barcelona como acostumbra, cuando Ramos se elevó y marcó.

Y poco después Cristiano Ronaldo mandó una falta al palo en pleno delirio de la grada, que añadió motivos para creer en el partido de Liga de Campeones en Old Trafford. Todo lo contrario que el Barcelona, que necesita doblar sus sesiones de diván.

El Barcelona protestó una jugada final en la que Adriano cayó en el área. Acabó desquiciado con esa acción y Valdés fue expulsado por llamar sinvergüenza al árbitro. El Barcelona acabó preso de un ataque de nervios, con 13 puntos sobre un Real Madrid eufórico, que ahora mira a la Liga de Campeones para culminar ante el Manchester United su buena racha de juego.

Real Madrid: Diego López; Essien, Varane, Sergio Ramos, Coentrao (Arbeloa, 69'); Pepe, Modric; Callejón, Kaká (Khedira, 58'); Morata y Benzema (Cristiano Ronaldo, 58'). Barcelona: Víctor Valdés; Daniel Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Sergio Busquets, Thiago, Iniesta, Pedro (Adriano, 77'), Messi y Villa (Alexis, 67'). Goles: 1-0 (6') Benzema. 1-1 (18') Messi. 2-1 (83') Sergio Ramos. Árbitro: Pérez Lasa (vasco). Amonestó a Sergio Ramos, Coentrao, Morata y Arbeloa por el Real Madrid, y a Jordi Alba, Piqué, Thiago, Daniel Alves e Iniesta por el Barcelona. Expulsó a Valdés tras el partido. Incidencias: Partido disputado en el Santiago Bernabéu ante 83.500 personas.

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