Fútbol l Tercera División

Naufragio sanluqueño en Pozoblanco

  • Los verdiblancos, muy molestos con el riguroso penalti que propicia el segundo tanto de los cordobeses

El Atlético Sanluqueño salió derrotado con holgura de Pozoblanco en un partido clave para las aspiraciones de ambos equipos. Los pozoalbenses ganaron con merecimiento ante un Sanluqueño que no tuvo un buen día y que además creó muy pocas ocasiones de gol.

El Sanluqueño llegaba a Pozoblanco con la necesidad de ganar el partido para meterse entre los cuatro primeros de la tabla. Así, en los primeros compases salió muy fuerte asustando a su rival y siendo Almendro quien tuvo la primera ocasión clara de gol, pero el Pozoblanco salió también dispuesto a ganar el partido y un minuto después Ferradas cabeceó con intención para que Jero, en un acto de reflejos digno de mención, evitó el primer tanto.

Dani Almendro, cinco más tarde, recibía un balón en buena posición pero no acertó con el marco mandando el balón fuera. El partido, muy movido y con un Sanluqueño haciendo un fútbol muy directo, buscaba la portería local, pero poco a poco se fue desinflando el equipo de Sanlúcar y fue tomando la manija del partido el equipo de Jose Antonio Neva.

El Pozoblanco dominaba a su rival y merced a ello pasada la media hora de partido Alberto botaba una falta desde 40 metros que era cabeceada a gol por Ferradas. Ya tras el descanso, en el minuto 50, un agarrón de un defensor a Ferradas en un forcejeo acabó en derribo y en un penalti muy riguroso. La pena máxima se encargó de trasformarla Pedro Curtido engañando con solvencia al meta Jero. El Pozoblanco continuó dominando la situación y a la hora de partido Alberto tuvo una clara ocasión de gol que quedó en nada merced a la buena intervención de Jero. Cuatro más tarde y cuando mejor estaba haciéndolo el Pozoblanco el conjunto gaditano, que ya jugaba de forma muy directa, metió un balón largo para que Carrasco, recortara distancias con un gol de muy bella factura. El tanto espoleó a los de Sanlúcar, que metieron el miedo en el cuerpo a los pozoalbenses, pero en el 77 los locales sentenciaban el choque. Alberto robó un balón y lo aguantó ante tres contrarios para buscar a Curtido en la frontal, que no tiró, sino que cedió a Isidro a la izquierda para que éste, libre de marca, ajustase el balón al palo derecho de la meta de Jero sin que pudiera evitar el tanto.

A partir de ahí el Pozoblanco dominó de manera más clara y aunque Moreno Rosillo agotó todos sus cambios, el equipo no mejoró un ápice porque el Pozoblanco incluso aún gozaría de alguna oportunidad más.

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