Rafael Nadal recuperó la memoria tenística para derrotar con claridad por 6-4, 6-1 y 7-6 (3) al sueco Robin Soderling y quedar a un paso de su sexta final en el Abierto de Roland Garros.

"Creo que jugué mucho mejor que en los primeros días", celebró el número uno del mundo, que se enfrentará mañana al británico Andy Murray, que superó al argentino Juan Ignacio Chela.

El español, cinco veces campeón de Roland Garros, busca conquistar un sexto título que le permitiría igualar el récord del sueco Björn Borg.

"Por momentos creo que mostré un muy buen nivel, y Robin cometió en ciertos pasajes más errores de lo habitual. Jugué mucho más sólido, con menos errores y encontrando el ritmo. Estoy en semifinales, y eso es fantástico para mí", aseguró Nadal.

Así fue: tras cuatro partidos mediocres en los que tanto Nadal como su entorno reconocían que su tenis no terminaba de funcionar, el español mostró durante dos horas y 35 minutos buena parte de su mejor repertorio ante el número cinco del mundo y finalista de los últimos dos años.

Su comienzo fue inesperadamente arrasador, porque quebró dos veces el servicio de Soderling para adelantarse 3-0. Pero más importante que eso aún fue ver al español con golpes de fondo muy mejorados en cuanto a velocidad y profundidad, confirmar la recuperación de su tenis de intensidad y tiros a las líneas.

Soderling, que en los octavos de final del 31 de mayo de 2009 logró algo impensable en Roland Garros, derrotar a Nadal, pareció apagado, quizás sorprendido por el ímpetu de un rival que llegaba engañando tras toda una semana hablando de sus dudas y disconformidad.

Pese al triunfo, e incluso en caso de que lograra el sexto título, Nadal no podrá impedir que Novak Djokovic se convierta en el nuevo número uno del mundo, cosa que logrará el serbio en caso de que mañana se imponga al suizo Roger Federer en semifinales.

El momento más comprometido del partido para Nadal llegó en el tercer set: tras quebrar en el inicio del parcial el saque de Soderling, su rival le devolvió la gentileza. Con igualdad a cinco, el español salvó tres break points y, poco después, resolvió el partido en un tie break: 7-3 y una nueva final en la mira.

Por su parte, el británico Andy Murray derrotó al argentino Juan Ignacio Torino Chela por 7-6 (2), 7-5 y 6-2 y se enfrentará en semifinales al manacorí. Murray, que cerró el partido en 2 horas y 53 minutos, superó así su mejor participación en Roland Garros, tras haber caído en los cuartos de final en 2009.

El argentino, que llegó a Roland Garros montado en un Torino prestado en homenaje al apodo con el que se le conoce últimamente, llegó a tener 5-2 de ventaja en la primera manga y llegó a tener tres bolas de set. En la segunda, Murray sacó para ganar con 5-3, pero el argentino logró quebrarle el servicio. En el siguiente juego, Chela salvó una bola de set con una dejada y terminó por subir al marcador el 5-4. Torino volvió a romper para el 5-5 aunque no pudo evitar que el escocés terminase por apuntarse también esa manga por 7-5.

A partir de ahí, Murray encarriló el partido, rompiéndole el servicio a Chela en el primer juego y otra vez en el 3-2, sin perder su servicio hasta el 6-2 definitivo.

Con la clasificación de Murray (4), estarán en semifinales los cuatro primeros cabezas de serie, ya que por el otro lado del cuadro se encontrarán el serbio Novak Djokovic (2) y el suizo Roger Federer (3). Murray, que había ganado seis de los siete enfrentamientos anteriores con Chela, se torció un tobillo en su partido de tercera ronda contra el alemán Michael Berrer, aunque en el partido de ayer no pareció resentirse. Nadal tendrá que medir la ambición del escocés para buscar otra vez un sitio en la final de París y luchar por seguir la estela de Borg y sus seis títulos.