Mientras Rafael Nadal descansaba tras su debut con victoria en la noche del martes, otros españoles tomaron este miércoles con éxito el relevo en el Abierto de tenis de Estados Unidos. Nicolás Almagro, Marcel Granollers y Guillermo García López ya están en la segunda ronda del último Grand Slam de la temporada. Sus triunfos llegaron en un día de intensísimo calor, tan fuerte que la bielorrusa Victoria Azarenka se desmayó en pleno partido y debió abandonar ante la argentina Gisela Dulko.

Almagro, décimo cuarto favorito y con el Masters de Londres en la mira, se impuso al italiano Potito Starace por 4-6, 6-4, 6-4 y 7-6 (7-5). Su rival será García López, quien derrotó al polaco Lukasz Kubot por 6-3, 6-2 y 7-6 (7-4). Granollers se recuperó de una desventaja de dos sets a cero con el italiano Andreas Seppi antes de derrotarlo por 2-6, 5-7, 6-3, 6-2 y 6-3. Rubén Ramírez Hidalgo no pudo imitar a sus compatriotas, ya que cayó ante el jamaicano Dustin Brown por 6-4, 7-6 (8-6) y 7-5.

Más allá de Starace y el calor, el principal problema de Almagro fue su propio organismo. "Tengo un virus, así que he tenido que hacer más cosas de lo normal. Debí comer y beber todo tipo de cosas en la pista, y sobre todo tomar muchas sales", dijo Almagro, visiblemente más delgado que en otras épocas.

El español dijo que las condiciones de juego, con 35 grados y elevada humedad ya por la mañana, fueron "duras", aunque relativizó el tema. "El fin de semana dicen que viene un frío terrible. ¿Qué hacemos, jugamos todos los torneos a cubierto?", se preguntó Almagro, que sabe que el partido ante García López no será sencillo. "Será un partido muy duro, porque él viene de una lesión y estará muy motivado", analizó el español, que apenas terminado el encuentro tenía ya bien claros sus planes para el resto del día. "Ahora me voy a ir a un hotel precioso, a una cama grande, con aire acondicionado... Voy a comer algo y voy a pasar el resto del día allí".