Agnieszka Radwanska puso fin a una racha negativa de cuatro derrotas frente a Garbiñe Muguruza, a la que doblegó por 6-7 (5), 6-3 y 7-5 para convertirse en la primera finalista del Masters de Singapur. La española, debutante en esta cita, se quedó a un partido de emular a Arantxa Sánchez Vicario, la única tenista nacional que alcanzó la última ronda de las finales de la WTA. Fue en 1993, cuando la barcelonesa cedió por 6-1, 6-4, 3-6 y 6-1 ante Steffi Graf.

Muguruza intentó desde el inicio dominar a su oponente y tras una oportuna doble falta cerró con un resto ganador de revés el 1-0. Observada por su nuevo entrenador, Sam Sumyk, y por la capitana de los equipos españoles de Copa Davis y Copa Federación, Conchita Martínez, Muguruza se enredó luego en errores no forzados y un cúmulo de malas decisiones la hicieron entregar los cuatro juegos siguientes (1-4).

Solicitó entonces la presencia en pista de su preparador. Templadas las dudas, se adjudicó ocho puntos de manera consecutiva: en blanco se anotó su saque y del mismo modo el resto, antes de neutralizar su desventaja (4-4). Dos bolas de rotura que hubieran significado el 5-4 salvó Radwanska. Por debajo en el set y también en el desempate, Muguruza recuperó su versión más combativa para corregir un 2-4 desfavorable y convertirlo en el 7-5 con el que cerró el tie break.

La jugadora nacida en Caracas confió la remontada a su potencia, pero la infatigable lucha de Radwanska le valió una plaza en la final. La misma de la que se vio privada Muguruza, lastrada por la pérdida de concentración y que cometió 54 errores no forzados.

Eso sí, Muguruza fue capaz de sobreponerse a esta derrota y ganar el partido de semifinales del torneo de dobles junto a Carla Suárez. Ambas doblegaron a Andrea Hlavackova y Lucie Hradecka (7-6 (6) y 6-0) y se verán las caras en la final con Martina Hingis y Sania Mirza.