José Mourinho, técnico del Real Madrid, fue sancionado ayer con dos partidos de suspensión por meter el dedo en el ojo al ayudante de Josep Guardiola, Tito Vilanova, quien a su vez fue castigado con un encuentro.

Dada la consideración de "grado medio" del incidente, Mourinho y Vilanova sólo cumplirían la suspensión en la próxima edición de la Supercopa, y no en la Liga española ni en la Copa del Rey.

Los hechos ocurrieron el 17 de agosto, en los instantes finales del encuentro de vuelta de la Supercopa jugado en el Camp Nou.

Con triunfo por 3-2 del Barcelona, la expulsión de Marcelo por una fuerte patada a Cesc Fábregas ocasionó un tumulto en el que participaron ambos banquillos. Las imágenes mostraron a Mourinho metiéndole el dedo en el ojo a Vilanova, una acción insólita que dio la vuelta al mundo. El árbitro, sin embargo, no lo vio. El segundo de Guardiola reaccionó dando un golpe con la mano abierta al portugués.

El juez único del comité de competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Alfredo Flórez, decidió actuar de oficio y ayer, 50 días después de los sucesos, emitió su dictamen.

Junto a los partidos de suspensión, cada entrenador también fue sancionado con 600 euros. Además, el Real Madrid fue multado con 180 euros y el Barcelona con otros 90.

Por parte de Mourinho, la resolución del juez especifica que la sanción supone dos encuentros al considerarse que su ya famosa acción conocida como el dedazo ocasionó "una violación de grado medio" del artículo 123 del código disciplinario de la RFEF.

Tal artículo dice: "Producirse de manera violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, siempre que la acción origine riesgo, pero no se produzcan consecuencias dañosas o lesivas, se sancionará con suspensión de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes".

Mourinho evitó una sanción mayor, como se habría producido de haber sido aplicado el artículo 98, que contempla un castigo de entre cuatro y 12 partidos por "agresiones a otro sin causar lesión estando el juego detenido o a distancia de donde el mismo se desarrolla que resulte imposible intervenir en un lance de aquél".

A partir de ahora, los clubes podrán interponer sus recursos ante el comité de apelación en un plazo máximo de diez días.