El Algeciras y las estadísticas serán los dos grandes rivales del Cádiz en el duelo de esta noche en el Ramón de Carranza, correspondiente a la tercera jornada de Liga en el grupo IV de Segunda División B. El equipo albirrojo, vecino provincial, acude al coliseo capitalino después de firmar una muy buena carta de presentación en la puesta de largo de la campaña, sumando cuatro puntos y avanzando una ronda, la primera, en la Copa del Rey. Poco, o nada, tendrá que ver el cuadro de Manolo Sanlúcar con el Guadalajara -anterior visitante en la Tacita-, ya que el preparador algecirista aboga por un juego más alegre y de mayor presencia en la zona de ataque. Para el Cádiz, el guión es el mismo que hace una semana, ganar o ganar para hacer bueno su papel de favorito y seguir dando rienda suelta a la ilusión.

El encuentro tiene de fondo el gafe de superar la barrera de ganar dos partidos consecutivos en casa, lo que no consigue el equipo amarillo desde hace 11 años. Es una prueba que a la mayoría de conjuntos se le resiste y que en este caso lleva añadida la dificultad de ser ante un adversario provincial que llegará motivado y arropado por su afición. El Algeciras es la segunda dificultad de la jornada porque se trata de un bloque muy hecho que se conoce casi de memoria, que juega sin complejos y que tiene en el banquillo a un entrenador que está demostrando que tiene madera para llegar lejos en su profesión. Para los amantes de las comparaciones, apuntar que, salvo sorpresa o situación inesperada que se genere durante el choque, el conjunto de Manolo Sanlúcar no vendrá exclusivamente a defenderse del acoso amarillo porque sabe que la única forma de dar la campanada en el Carranza es plantar cara y alcanzar la zona de ataque.

A efectos clasificatorios, el derbi tiene su pique por la posibilidad de que uno de los dos tome ventaja en la tabla sobre el otro, si bien esa necesidad es mayor para un Cádiz que forzosamente tiene que estar en la zona de play-off desde muy pronto. Tiene que ser una de las diferencias entre las plantillas, cinco veces más cara la amarilla.

La actualidad deportiva viene marcada por Perico, que finalmente no se ha recuperado de los problemas que le dieron la cara en la primera parte del partido ante el Guadalajara. El malagueño está llamado a ser un futbolista importante que puede actuar en ambas bandas, en la mediapunta e incluso como pivote ofensivo. Tiene bastante calidad y una pegada importante. Sin embargo, en el debut liguero en San Fernando ya mostró problemas físicos que hace una semana fueron en aumento y provocaron que fuera sustituido. Durante los últimos días se le ha conservado entre algodones, si bien no ha sido suficiente para que realizara el trabajo completo en cada una de las sesiones. El propio Raúl Agné confirmó ayer lo que era casi un secreto a voces: Perico es baja.

La ausencia de este jugador se equilibra en parte con el regreso de Kike López, que viene de cumplir un partido de sanción. El extremo está llamado a actuar como segundo delantero ante la escuadra algecirista, apoyando a Airam y posiblemente en algunos momentos intercambiando su posición con la de Juan Villar, que debe empezar por la derecha. Kike López espera con muchas ganas su estreno en casa después del mal sabor de boca que le dejó la expulsión en el Estadio Iberoamericano de Bahía Sur.

Pero, sin duda, la gran alegría de la convocatoria -no facilitada- la pone Jorge Luque. El cordobés deja atrás una pretemporada desafortunada por unas lesiones menores que le cortaron el ritmo y está a disposición de Agné. El técnico sigue su costumbre de no dar la lista, si bien ayer tuvo el detalle de asegurar que Luque se vestirá de corto.

En cuanto a la alineación, la portería (Alejandro); la defensa (Ceballos, Fran Pérez, Josete y Andrés Sánchez); el doble pivote (Nafti y Mikel Martins); y la delantera (Airam) se mantendrán igual que en las dos primeras jornadas.