Sequía de goles, pocos puntos, graderíos vacíos y muchos disgustos: el Milan se hunde cada vez más en la crisis y su presidente, Silvio Berlusconi, planea contratar para el año próximo al ex entrenador del Barcelona Josep Guardiola, según el diario LaRepubblica.

"El Milan hecho pedazos", tituló el diario La Gazzetta dello Sport después de la derrota del cuadro de Massimilano Allegri el fin de semana por 0-1 ante su vecino y rival Inter de Milán en la séptima jornada.

El laureado cuadro milanista, undécimo de la Serie A con siete puntos en siete partidos, tiene ahora casi dos semanas de descanso para meditar debido a la disputa de los dos encuentros de la clasificación para el Mundial de Brasil 2014 que tiene la selección italiana.

El club dirigido por Berlusconi fue incapaz de ganar a un rival en inferioridad numérica y se sitúa a 12 puntos de la Juventus de Turín, líder y defensor del título. Una auténtica debacle para los milaneses, tan mimados por los triunfos.

Desde el club se respalda al actual entrenador, cada vez más agobiado por la situación. "Allegri no está en entredicho", aseguró ayer el vicepresidente del Milan, Adriano Galliani. "Encontrará soluciones. El Milan tiene madera para ser el número uno", agregó.

A pesar de este respaldo, cada día aparecen nuevos nombres para sustituir al italiano. El último, el de Guardiola. El diario LaRepubblica asegura que Berlusconi ha ofrecido al entrenador español, hoy en pleno año sabático, un contrato de seis millones de euros por temporada.

Guardiola está habituado a trabajar con estrellas mundiales, pero el Milan vendió durante la pretemporada a muchos de sus más destacados jugadores para llenar sus arcas vacías.

Las superestrellas Zlatan Ibrahimovic y Thiago Silva se fueron al Paris Saint-Germain. Además, también dejaron el equipo hombres de la calidad de Clarence Seedorf, Mark van Bommel, Alessandro Nesta, Gianluca Zambrotta, Gennaro Gattuso, Filippo Inzaghi o Antonio Cassano.

La sangría de jugadores no sólo dejó huella en el campo. Los decepcionados aficionados volvieron la espalda al club y compraron menos abonos que nunca.

El Milan no comenzó nunca así de mal una temporada de la Serie A: en las tres derrotas en casa, el equipo no anotó ningún gol, la defensa dormita, el centro del campo carece de ideas y el ataque es inofensivo.

El brasileño Kaká, ídolo para la afición, intentó alentar a sus antiguos compañeros. "El Milan nunca se da por vencido en la Serie A y en la Liga de Campeones sigue siendo uno de los favoritos", dijo LaGazzetta dello Sport el jugador del Real Madrid.