golf lOpen de España

A Micheel le encandila Sevilla

  • El estadounidense, de capa caída pese a ser ganador de un Grand Slam en 2003, se adapta como nadie a un día de perros · Campillo, ídolo en la Universidad de Indiana, es el primer español a un golpe del líder

Queda aún para el 40 de mayo y el refranero no falla. Vaya día se vivió ayer en el Real Club de Golf en la primera jornada del Open de España, que comenzó su centenaria edición con aguaceros por doquier y viento a mansalva, todo ello aderezado por rachas de sol, mayormente en el turno vespertino, pues el matutino fue un infierno para los jugadores: sólo media docena de golfistas bajaron del par en el turno de mañana. Fue interesante comprobar cómo se adaptaban unos y otros a semejantes variaciones meteorológicas. Que se lo digan a Rafa Cabrera Bello, Colin Montgomerie y Thorbjorn Olesen, que tras salir del 1 con cierta estabilidad meteorológica pararon al encharcarse el green del 3 tras jarrear agua durante cinco minutos.

No estaba en los pronósticos, pero el líder salió del partido 33. Había tres campeones de Grand Slam en liza, pero de capa caída: los estadounidenses Shaun Micheel y Rich Beem, y el neozelandés Michael Campbell. El primero se llevó el gato al agua y comanda la clasificación del torneo con cinco bajo par, un resultado que ya le vale para que le encandile Sevilla. Con 43 años, el yanqui vivió tiempos mucho mejores cuando en 2003 se alzó con el PGA Championship, mientras hoy ni tiene siquiera tarjeta en el Circuito Americano, ya que a los ganadores de Grand Slam se les mantiene durante cinco años, mientras que en el Europeo son 10 temporadas seguidas.

Hasta ocho birdies se anotó en su tarjeta el norteamericano, repartidos en cinco en los primeros nueve hoyos y tres en los siguientes, salpicada con tres bogeys, el último en el 18. Aun así, manda en la general con un golpe de ventaja sobre una terna con dos ingleses y un español. Robert Rock lleva un año en el candelero y aquí se ha encaramado a los puestos de privilegio, igual que su compatriota Danny Willett, estrella en su etapa amateur y un clásico en las citas españolas. El tercero en liza es Jorge Campillo, un cacereño que el 1 de junio cumplirá 26 años y que fue alguien en la Universidad de Indiana, donde batió todos los registros del golf, mejorando los números de Jeff Overton, jugador que disputó una Ryder con Estados Unidos, convirtiéndose en un héroe hoosier.

El extremeño jugó de dulce, seguido por la atenta mirada de su padre, presidente de la federación regional de golf. Sin fallos en el día, a Campillo se le vio muy suelto e incluso desperdició algunos putts cercanos para irse a la casa club con un resultado más bajo.

Otro inglés, Baldwin, camino solo en la quinta posición con -3, mientras que otro de los candidatos al triunfo se va posicionando desde el primer día. Cabrera Bello encabeza la lista de jugadores empatados con -2. El grancanario estuvo firme y no perdió la compostura, a pesar de que sufrió cada vez que enviaba la bola desde el tee al rough, pues la hierba estaba altísima en los aledaños de las calles del Real Club de Golf. Cuidado con los italianos Francesco Molinari y Matteo Manassero, igualados con el isleño. Pablo Larrazábal, que como Molinari jugó por en la infernal mañana, acabó bajo par y hoy querrá ganarle más golpes al campo (-1), así como el vigente campeón, el sudafricano Thomas Aiken, y dos golfistas que disfrutan en Andalucía: Soren Kjeldsen y Peter Lawrie.

Álvaro y Raúl Quirós, de Guadiaro y sin embargo no familiares, son los primeros andaluces del torneo, con uno sobre par. Se le torció la tarde a Miguel Ángel Jiménez, quien debe remontar plazas en la segunda jornada si quiere pasar el corte tras terminar con +3, uno más que el también malagueño Alejandro Cañizares y el mismo marcador que otro paisano, Pablo Martín. Queda mucho por delante y hasta el domingo la climatología no dará un respiro.

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