Felipe Massa hizo historia al proclamarse el primer vencedor del Gran Premio de Europa que se disputa en el circuito urbano de Valencia, en una prueba en la que el infortunio se cebó con Fernando Alonso, que se vio obligado a abandonar en la primera vuelta de la prueba después de que Nakajima le rompiera el alerón trasero en una frenada.

El brasileño de Ferrari hizo buena la pole lograda en la clasificación del sábado y dominó de principio a fin la carrera, desquitándose de la victoria que se le escapó en Hungría, en el último Gran Premio, cuando era líder y rompió el motor a falta de tres vueltas. Su gran rival ahora por el título mundial, Lewis Hamilton, actual líder, se llevó la segunda plaza en el trazado valenciano, donde el polaco Robert Kubica completó el podio con el tercer puesto conseguido. Los jueces investigaron una posible infracción de Massa en su segundo repostaje, donde estuvo a punto de tocarse con Adrian Sutil, pero todo se saldó sólo con una multa de 10.000 euros.

Fue su único punto gris en una carrera casi perfecta. En la salida, Massa mantuvo bien su posición en la veloz curva que da inicio al circuito. En la segunda, mucho más lenta, se produjo un embudo del que Raikkonen resultó perjudicado, perdiendo su cuarta posición de salida en favor del McLaren de su compatriota Heikki Kovalainen. Pocos metros después llegó el desastre para la afición local con el choque entre Nakajima y Alonso. Una vuelta; 30 segundos. Eso es todo lo que pudo rodar Alonso en casa ante su afición.

El doble campeón del mundo no tuvo la suerte de cara en esta ocasión. Todo lo contrario. Después de completar la peor clasificación de la temporada con la duodécima posición en la parrilla de salida, en carrera la situación, lejos de mejorar, empeoró por completo. El piloto japonés Kazuki Nakajima embistió con su Williams al R28 de Alonso, que, de inmediato, perdió su alerón trasero y dejaba inservible su cambio de marchas, al tiempo que el coche sufría daños en la suspensión trasera que le obligaron a abandonar antes de que se completase si quiera el primer giro de la carrera.

Los 115.000 espectadores que se dieron cita en el Valencia Street Circuit vieron como en la primera vuelta se quedaban sin representación española, por lo que la fiesta no fue completa. El asturiano salió demasiado atrás y lo pagó caro, aunque ya antes del toque de Nakajima ya había perdido una posición. De esta forma, en la temporada en la que España ha contado con dos grandes premios, Alonso se ha visto perseguido por la mala suerte en ambos casos, ya que en Montmeló un problema mecánico le impidió acabar la carrera, mientras que una colisión en Valencia ha provocado el mismo resultado.

En cualquier caso, el asturiano hubiese tenido difícil incluso puntuar. Muchos de los pilotos que partían en posiciones retrasadas se encomendaron a la salida de un safety car que les beneficiara a la hora de escalar algún puesto. Sin embargo, la carrera, a pesar de ser en un trazado urbano, fue especialmente limpia y tan sólo hubo dos banderas amarillas: la primera la protagonizó el alemán Adrian Sutil (Force India) al salirse en la curva dos y romper la rueda derecha delantera. La segunda fue para Raikkonen, que rompió el motor tras pasar por la línea de meta cuando iba sexto y luchaba por la cuarta plaza con Kovalainen dejando una blanca humareda.

Y es que si la cara del Gran Premio de Europa fue Massa, la cruz fue su compañero Raikkonen, ya que además de verse obligado a abandonar por un problema mecánico, segundos antes había arrollado, sin consecuencias graves, a uno de sus mecánicos cuando efectuaba su segunda parada en boxes. Así, lo peor para Ferrari es ese error de fiabilidad que, tras el de su compañero en Hungaroring, hace saltar las alarmas en la marca italiana, ya que es el segundo que se produce de manera consecutiva.

Como Ferrari, para BMW la prueba resultó también agridulce, ya que el podio de Kubica no estuvo secundado por una buena actuación del alemán Nick Heidfeld, que, pese a salir octavo, acabó en la novena posición.

Los que sí se fueron satisfechos de la primera carrera de Fórmula 1 en Valencia fueron el italiano de Toyota Jarno Trulli y el joven alemán de Toro Rosso Sebastian Vettel, quinto y sexto, respectivamente. Vettel fue muy rápido durante todo el fin de semana y refrendó la buena marcha de una escudería cuyo motor Ferrari va a más, al contrario que los Red Bull de los veteranos Webber y Coulthard, que, pese a contar con el mismo chasis, siguen sin obtener buenos resultados con el propulsor Renault del que disponen.