Marc Márquez sumó el domingo en Indianápolis su tercera victoria de la temporada, la segunda consecutiva, en una carrera que la próxima temporada todo apunta a que desaparecerá del calendario para dar entrada a Austria.

Pero lo más importante de la segunda cita en Estados Unidos, país que al doble campeón de MotoGP se le da muy bien, pues ha ganado en hasta nueve ocasiones, es que vuelve a recortar puntos a sus rivales en un intento duro y complicado de recuperar lo que perdió en la primera mitad de la temporada. El ilerdense se llevó todas las citas disputadas en Austin de MotoGP, además de las del trazado californiano de Laguna Seca, y ahora también en Indianápolis, tanto en MotoGP como en Moto2, y con este triunfo le dio a Honda la victoria número 700 en el Mundial.

El español protagonizó tres ceros por sendas caídas en Argentina, Italia y Cataluña, pero aun así ha conseguido ascender a la tercera posición de la general, sólo superado por los dos pilotos oficiales de Yamaha, Valentino Rossi y Jorge Lorenzo, con lo que confirma que la progresión realizada en la moto de 2015 ha avanzado en el sentido necesario.

La tarea no se antoja en absoluto fácil para Márquez, que acumula una desventaja de 56 puntos respecto a Rossi y de 47 frente a Lorenzo, aunque cada vez parece más claro que descartar al vigente campeón puede ser un error garrafal. La siguiente cita del calendario, el Gran Premio de la República Checa, este fin de semana, no es el más propicio para Márquez, quien en 2014 se vio superado por sus rivales directos.