Evitar que esto vuelva a parecer el 'día de la marmota', como la película Atrapado en el tiempo con Bill Murray, es el objetivo del xerecismo, que señala el partido de esta tarde en Chapín como la enésima oportunidad de punto de inflexión. A once jornadas del final -33 puntos en disputa- y a 9 puntos de la salvación, lo cierto es que si el choque contra el Guadalajara no es la última oportunidad para alimentar el sueño de la salvación y mantener viva la llama de la esperanza, lo parece.

Así que toca acabar con los números rojos, que son demasiados: ocho derrotas consecutivas -desde el empate con el Huesca en el primer partido de 2013 después todo han sido tropiezos- y 16 jornadas sin ganar es un lastre que cada vez pesa más y que tiene hundido al Deportivo en el farolillo rojo de la tabla. Así que para poder seguir hablando de salvación sin que suene a quimera toca romper la racha y volver a ganar, lo que el Xerez no consigue desde el primer fin de semana de noviembre. Noviembre, diciembre, enero y febrero sin una triste victoria que celebrar, cuatro meses sin sumar tres puntos de una tacada. Eso no hay equipo que lo aguante... La esperanza es lo último que se pierde, de ahí la presencia de aficionados en entrenamientos, en Murcia el pasado domingo y el turno doble en la jornada de hoy: a la llegada del equipo al estadio y luego en el partido. Todo sea por la causa.

Claro que para alimentar todo todo esto, el único combustible que queda son los puntos. Jugar bien es, lamentablemente, secundario, llega un momento en el que la supervivencia obliga a hacer lo necesario. Y eso, en fútbol, es sencillo: no cometer errores atrás y acertar delante. Tan sencillo como complicado de poner en práctica tal y como se está comprobando.

Pero Carlos Ríos lo tiene claro, y tan claro que apenas ha movido la lista de convocado. La ausencia obligada de Iago Bouzón, lesionado, operado y sancionado, la cubre en la lista Jesús Mendoza, restablecido de sus molestias en el tobillo. Los demás son los mismos, que entrenarán suavemente esta mañana en el Anexo y posteriormente se recluirán en Montecastillo hasta la hora del partido. La unión hace la fuerza.