Roberto Mansilla es un hombre feliz desde que ha logrado hacerse con un hueco en el once cadista, lo que ha coincidido con la llegada de Víctor Espárrago al banquillo. El espigado central y Álvaro Silva se han ganado la confianza del uruguayo.

Mansilla se alegra del cambio que ha sufrido su situación: "La verdad es que en los últimos partidos me han salido las cosas bien y he disfrutado de minutos. Lo bueno es que todo me siga saliendo bien y que el míster continúe confiando en mí".

Pero el defensa central da prioridad a la situación del equipo y a la necesidad de seguir sumando puntos para salir de la zona baja. "En casa estamos obligados a trabajar a tope para que no se nos escapen más puntos. Hay que hacer de Carranza un fortín", explica Mansilla.

Avisa del Levante como "un equipo que juega bien a la contra y que quiere hacerse con un hueco entre los equipos de arriba", al tiempo que considera oportuno jugar de nuevo como local después de dos desplazamientos consecutivos. "Siempre es un buen momento para jugar con el público a tu lado, porque la gente te apoya y eso ayuda a sacar los partidos adelante. Sabemos que hay veces en las que el juego no es bueno ni salen las cosas como queremos, pero el público está ahí para ayudar a que el Cádiz vaya para arriba", puntualiza Mansilla, que admite que el choque "es muy importante para demostrar que en Carranza también somos capaces de hacer las cosas bien".