El Real Madrid afronta una dura prueba para su maltrecho orgullo en la tercera jornada de la Euroliga, en la que recibe en Vistalegre al vigente campeón de la máxima competición europea, con la obligación de ganar, para no empezar a complicarse sus opciones en el grupo.

El duelo medirá a los dos equipos más laureados en la historia de la Copa de Europa, que han protagonizado duelos apasionantes desde los años sesenta, aunque desde la época de la Euroliga los madridistas no han estado a la altura.

El proyecto madridista del año pasado, con la final en Madrid, estaba encaminado para conseguir el noveno título europeo, pero sus aspiraciones se quedaron en el 'Top-16', discreto registro que esta campaña podría incluso ser complicado de alcanzar si el equipo no revierte el irregular inicio de campaña.