Juan Merino, 48 horas después de la derrota del Xerez ante el Guadalajara en Chapín, aún sigue dándole vueltas a la cabeza y continúa sin entender los motivos por los que su equipo ofreció una imagen tan pobre después de haber ganado con autoridad al Alcorcón. De todos modos, el técnico xerecista asume la responsabilidad, se considera el mayor culpable del desastre y espera un cambio radical de unos jugadores con los que conversó ayer antes de entrenar.
El técnico azulino considera que la derrota no pasará factura a nivel moral a la plantilla, a la que espera recuperar plenamente de cara al encuentro de Copa. "He hablado con los jugadores, hemos repasado los errores para tratar de subsanarlos y hay que pasar página. Hay que seguir entrenando con la misma intensidad que hasta ahora y la moral hay que subirla. De los errores se aprende, el miércoles tenemos otro partido y hay que intentar ganar".
El equipo no creó ocasiones de gol y ese es un aspecto que también preocupa al linense. "Tiró una vez Íñigo, José Mari también remató después de una buena acción de Capi que dio en un defensa y Barber tuvo un cabezazo en un saque de esquina. Tuvimos muy poca llegada. Insisto, cuando ofrecí la rueda de prensa estaba muy decepcionado porque el rendimiento del equipo no fue el esperado, estamos capacitados para hacer más".
Merino mandó a la ducha antes del descanso a Óscar Díaz e Israel. "Había jugadores que estaban rindiendo por debajo de sus posibilidades pero nunca por falta de actitud porque en ese sentido tengo una plantilla de profesionales. Yo soy el responsable de sacarles el máximo rendimiento posible y en eso estamos", explicó el técnico del Xerez.
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