El gaditano Juan Antonio Bruzón, uno de los pocos españoles presentes en el Campeonato del Mundo de Ironman celebrado el pasado sábado en Hawai, cumplió con creces el objetivo que se había marcado: cruzar la línea de meta de la durísima prueba, un auténtico desafío de 3.800 metros de natación en aguas del Pacífico, 180 kilómetros de ciclismo y 42,2 kilómetros de carrera a pie, un maratón para poner broche a una brutal paliza de 12 horas, 17 minutos y 36 segundos.

Bruzón Saavedra, que en su categoría, de 45 a 49 años, acabó el 225 y en la clasificación general el 1.661, fue de más a menos, marcando en el segmento de natación un crono de 1h.10:22. La transición a la bicicleta dio paso a un trazado que completó ya en casi seis horas, 5h.57:56, y la definitiva carrera a pie la efectuó en 5h.00:05 para una marca final por encima de lo habitual.

En cualquier caso, el éxito del triatleta gaditano era concluir una prueba al alcance sólo de los elegidos y para la que ha tenido que superar infinidad de dificultades mucho antes, incluso, de tomar la salida de una cita que se adjudicó Jan Frodeno, que hizo valer su condición de favorito.

El alemán se mantuvo siempre entre los mejores, saliendo del agua en tercera posición y formando parte del quinteto de cabeza al dejar de dar pedales. No obstante, su crono en meta, 8h.06:37, no le bastó para batir el récord del mundo (7h.35:39). El mejor español fue Iván Raña, noveno, y entre las féminas ganó la suiza Daniela Ryf, esta vez sí con récord mundial (4h.46:46).