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Jerez está de resaca

  • El trazado jerezano recupera paulatinamente la normalidad con el desmontaje de toda la infraestructura necesaria para la cita del Mundial y la limpieza del recinto

El italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) se marchó ayer del circuito de Jerez con el liderato del campeonato del mundo de MotoGP en el bolsillo, mientras que los españoles Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) y Dani Pedrosa (Honda RC 212 V), empatan a 41 puntos por detrás de Casey Stoner (Ducati Desmosedici).

Queda todavía mucho campeonato del mundo de MotoGP, pero el domingo se pudo ver claro que, por detrás de estos cuatro hombres, Rossi, Pedrosa, Stoner y Lorenzo, la diferencia es prácticamente un mundo, puesto que el francés Randy de Puniet (Honda RC 212 V), contentísimo con la cuarta plaza, entró a más de medio minuto, lo que representa más de un segundo por vuelta de desventaja.

Rossi demostró en Jerez que es un auténtico depredador de la moto y no da nunca por perdida una carrera hasta la bajada de la bandera de cuadros. Salió como siempre, regular, pero fue dando cuenta de todos sus rivales y cuando se vio tras el líder, Pedrosa, forzó la marcha, sin precipitaciones, para alcanzarlo, superarlo y ganarle la partida en toda la regla. Sin discusión.

Pedrosa, mucho más cerca ya de su mejor nivel de siempre, entendió rápido que era inútil enfrascarse en una pelea con Rossi que no le iba a llevar a ningún sitio y se mantuvo en la segunda posición, lo que debiera haber hecho Jorge Lorenzo, pero en el caso del joven mallorquín no fue así.

Stoner y los de delante se le había escapado, pero a Lorenzo se le calentaron los cascos, por otra parte lícito, y forzó la marcha para intentar alcanzar a Stoner y subir al podio en Jerez, pero sobrevino la caída que, además, le dejó sin opciones de continuar al romper un estribo.

Era tal la ventaja que esos hombres tenían respecto al resto de pilotos que, si no hubiese roto nada en su moto, Lorenzo podía haber regresado a la pista en la misma posición que estaba cuando se cayó, pero no pudo ser.

El japonés Hiroshi Aoyama (Honda) parece haber comenzado muy fuerte el mundial del cuarto de litro, pero sus rivales no se lo van a poner nada fácil y, entre ellos, además del vigente campeón del mundo, el italiano Marco Simoncelli, que a la tercera pudo puntuar, los españoles Alvaro Bautista y Héctor Barberá se lo van a poner muy difícil.

Ellos son, como los anteriores en MotoGP, los principales y casi únicos referentes, por ahora, de la cilindrada intermedia, que ya ha firmado su desaparición con la confirmación este fin de semana que en 2010 será la nueva Moto 2 la que ocupe su espacio con motos artesanales y un motor proveniente del suministrador único, la japonesa Honda, derivado de la CBR 600 RR con más de 150 caballos de potencia.

Mucho más igualada está la situación en el octavo de litro, en donde cinco pilotos se encuentran en menos de diez puntos en la tabla del mundial y, aunque Bradley Smith venció con autoridad, una serie de factores, como la caída de Julián Simón o del italiano Andrea Iannone se aliaron con él.

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