Victoriano Cordera ya es historia en el Puerto Real. El que fuera presidente del club verdiblanco desde el verano de 2012 ha sido desposeído de las facultades patrimoniales por parte de la jueza del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz, María del Castillo Mendaro Dorantes, en un duro auto con fecha del 29 de mayo y emitido el pasado martes 9 de junio. Tras conocer la resolución judicial, Cordera presentó su dimisión, quedando la entidad en manos del administrador concursal Juan Francisco Sánchez Rojas y a la espera del nombramiento de un nuevo presidente en la asamblea de socios que se celebrará casi con toda seguridad la próxima semana.

El auto viene a confirmar la dejadez y falta de implicación por parte del presidente que técnicos y jugadores venían denunciando a lo largo de la temporada. El escrito del juzgado, al que ha tenido acceso este medio, especifica que es el propio administrador del concurso de acreedores el que solicita el cambio del régimen de intervención al de suspensión por "la falta de colaboración de la concursada -el Puerto Real CF- con la administración concursal, la continuidad por parte de la concursada del ejercicio de actividad ignorando el régimen de intervención al que está sometido, la ausencia de toda comunicación con la concursada, divergencias que, en definitiva, están entorpeciendo la labor de la Administración concursal y perjudicando la tramitación del concurso".

Explica la jueza que el artículo 40.3 de la Ley Concursal permite acordar la suspensión de facultades patrimoniales "siempre y cuando se motive el acuerdo en los riesgos que se pretenda evitar y las ventajas que se quieran obtener". Sin embargo, aclara en el auto que en la actual gestión "concurren circunstancias especiales que aconsejan la suspensión de las facultades del órgano de administración dado que se ha puesto de manifiesto la insuficiencia del régimen de intervención para asegurar el ejercicio de la actividad acorde a salvaguardar los intereses del concurso y de los acreedores, lo que puede causar graves perjuicios a los acreedores, quienes confían en una gestión por la que la administración concursal ejerza el control e intervención de la concursada de un modo adecuado a tales fines". Es decir, que ni administrador ni jueza del concurso creen que bajo la gestión de Cordera el club hubiera podido sobrevivir. Así de duro y así de simple.

El ya ex presidente sale muy mal parado del informe de la administración concursal, que denuncia en primer lugar "la falta de colaboración del órgano de la administración de la concursada con la Administración Concursal, a la que se le oculta hechos, datos, actos y documentos de interés para el concurso". Acusa el administrador al presidente ya no sólo de no colaborar, sino de ocultar "datos esenciales sobre la marcha de la entidad", como la asamblea realizada en agosto de 2014 "sin que la administración haya tenido conocimiento de los acuerdos adoptados y el resultado de la misma, pese a los requerimientos de información". También señala al ex presidente por "obstruir" las comunicaciones entre la administración concursal y la EPSUVI, con la que, hasta la fecha, "no ha podido reunirse". Sin embargo, de todas las denuncias vertidas en el informe del administrador y recogidas en el auto de la jueza la más grave es la que habla de un "descuadre" en la contabilidad, "poniéndose en evidencia que el Puerto Real ha recibido pagos por parte de la EPSUVI sin reflejo contable por importe de 25.300 euros".

A todas estas acusaciones la entidad, personificada en la figura de Victoriano Cordera, respondió con "generalidades y continuas referencias a la falta de interés de la Administración Concursal en tener un conocimiento más exacto de la marcha de la actividad", lo que, según el auto, no se corresponde con la realidad. A la vista de los hechos, la jueza acuerda por tanto la suspensión de las facultades patrimoniales de la directiva del Puerto Real, facultades que "serán asumidas por el administrador concursal, Juan Francisco Sánchez Rojas". Será a partir de ahora el administrador el encargado de gestionar el día a día de la entidad, nombrando para ello una junta gestora en la que ya no estará Cordera. En principio la próxima semana se celebrará una asamblea, a la que acudirán los socios numerarios de la entidad, en la que se designará una nueva directiva. El que fuera máximo mandatario del club hasta 2012, Antonio Bohórquez, se perfila como próximo presidente en dicha asamblea, con la idea de trabajar codo con codo con la administración concursal para sacar al Puerto Real de la situación crítica en la que se encuentra.