Con la agresividad y temperamento de los chacales del desierto de su Argelia natal, Islam Slimani es seguramente el delantero más temido en Portugal, sobre todo después de los dos tantos que anotó el sábado a Iker Casillas y que dieron el liderato al Sporting de Lisboa.

Ya acumula 10 en 14 partidos del campeonato luso, tres menos que el líder de los goleadores, Jonas (Benfica), y no se cansa de anotar en citas cruciales. En mayo del 2015 fue determinante en la épica final de la Copa de Portugal ganada por los leones y el sábado repitió rol con el José Alvalade a rebosar. Un inapelable cabezazo en el 27 y un trallazo en el 85 en un uno contra uno ante Casillas, aniquilaron al hasta entonces líder Oporto y encumbraron al Sporting, que no gana una Liga desde hace 14 años.

"Los remates de cabeza son mi punto fuerte, son una arma que utilizo bien", explicó el argelino, cuyo salto y potencia de remate están a la altura de los mejores. Pero el delantero también sabe rematar bien con los pies y utilizar el derroche físico para desgastar defensas. En el segundo tanto, hizo gala de su potencia y velocidad. Se desmarcó y fusiló a al portero español después de recibir un buen pase de Bryan Ruiz.

Slimani, que trabaja desde junio pasado con el prestigioso entrenador Jorge Jesús, está en el radar de clubes europeos (su cláusula de rescisión es de treinta millones) y ya ha recibido elogios de exitosos técnicos. "Es un ariete muy agresivo pero, al mismo tiempo, es rápido en el juego aéreo", analizó José Mourinho cuando comentaba el Mundial del 2014.

Ahora, en 2016, si no ocurre ningún contratiempo, el ariete pulverizará hasta el final de este curso sus marcas y establecerá un nuevo récord personal.