Las chicas del Cádiz FS, que afrontaban el encuentro de la cuarta jornada de la Primera División femenina de fútbol sala con la moral reforzada después de haber estrenado su casillero de puntos el pasado fin de semana en la cancha del Soto del Real, encajaron delante de su afición una merecida derrota pues la superioridad de las gallegas del Poio resultó evidente.

El primer cuarto de la contienda se caracterizó por el equilibrio de fuerzas, pero en cuanto se sobrepasaron los diez primeros minutos la visitante Vanesa se encargó de abrir el marcador. La clave del choque radicó en lo ocurrido en ese momento, ya que las pupilas de Kiko Oliva pecaron de un exceso de precipitación al pretender darle la vuelta al resultado en un santiamén. Ese intento fue un arma de doble filo pues con las prisas llegaron los errores y la escapada del adversario en el electrónico. La sangría la frenó Elena al obtener el 1-3 con que se alcanzó el intermedio.

En cualquier caso, a lo largo de la segunda mitad jamás se pudo dejar de remar contra corriente frente a un conjunto cuyas integrantes no solo supieron leer a la perfección el partido sino que además mostraron una altísima efectividad a la hora de rematar a portería.

Las gaditanas hicieron las cosas correctamente a ratos, pero nunca se apreciaron posibilidades de remontar. Oliva ordenó actuar con portera-jugadora los últimos diez minutos, en busca de un milagro deportivo similar al de Soto del Real, pero en esta oportunidad no se repitió la historia.