El Girona sacó un empate a dos de un partido que tenía perdido por 2-0 en la fase final del choque, pero una última reacción visitante frenó la buena marcha del Xerez, primer clasificado, que se confió en demasía.

El conjunto que entrena Raúl Agné se presentó en el campo del líder y desde el inicio fueron los locales los que llevaron la iniciativa en el juego. Así, en el minuto 13, el ex sevillista Antoñito puso el 1-0 en el marcador al rematar a placer casi desde la línea de gol, en una jugada protestada por los visitantes, quienes reclamaron fuera de juego previo. El marcador no cambió demasiado la disposición de los equipos sobre el terreno, pues el de Esteban Vigo se mantuvo con el mando, atacó cuando pudo y no pasó por demasiado peligro ante el meta Chema, aunque Chechu sí estrelló un balón en el larguero.

El Girona también estuvo cerca de empatar en las postrimerías de la primera parte, cuando un balón al área xerecista no pudo ser rematado por varios atacantes visitantes, aunque estas jugadas llegaron aisladas ante la mejor disposición del rival. En la segunda parte, la formación andaluza mantuvo su dominio y ya en los primeros minutos gozó de ocasiones claras para conseguir el segundo tanto, hasta que al cuarto de hora de la reanudación Martí Crespí, de cabeza a la salida de un córner, puso el 2-0. El conjunto gerundense, con todo perdido, se fue al ataque en la fase final en busca de, al menos, igualar el marcador y lo consiguió. Arnal marcó de cabeza el 2-1 y Alberto Manga logró, de penalti por manos de Martí Crespí, el definitivo 2-1 en la prolongación.