Grupo C · la jornada

Esta Holanda es insaciable

  • Ambicioso hasta límites insospechados, Van Basten busca someter al rival hasta conseguirlo · Francia dio todo lo que tuvo y aun así acabó goleada y al borde de la eliminación tras la exhibición de su rival

Holanda se aseguró liderar el grupo C destrozando al otro finalista del último Mundial. A Italia le cayeron tres y a Francia cuatro. No tiene límites esta Holanda. Siempre quiere más, y más. No hay límites. De momento no los ha encontrado.

Van Basten ha convertido el grupo de la muerte a un campus de verano. Ya van dos lecciones. Y no precisamente a dos aprendices. Mantiene la ambición siempre, sin excusas, sin mirar el marcador. Ni el cronómetro. Ni el rival.

Pocos peros se le pueden poner a Francia, tan pocos como a Italia. Si acaso, no darse cuenta de que el techo de esta Holanda está por descubrir. Todavía no ha ido por detrás, ni ha llegado al descanso sin marcar, ni ha dejado de llevar el control de la situación. ¿Logrará alguien romper eso?

A diferencia de su indiferente encuentro ante Rumanía, Francia ya estaba obligada a exponerse. Así, Domenech cambió la pareja atacante (Henry y Govou por Benzema y Anelka), introduce a Evra (más ofensivo que Abidal), pero sobre todo cambia la mentalidad y la forma de moverse de los franceses. Holanda, como contra Italia, marca pronto y luego cuando más aprieta Francia dobla premio en el segundo tiempo. Todo le sonríe. En un córner, una acción que para nada requiere la excelsa elaboración oranje, Kuyt se burla del agarrón de Malouda para reventar el marco de Coupet. Más brasas a un grupo que quema.

Holanda, sin embargo, no está tan cómoda y Van Basten multiplica a Engelaar para presionar la salida francesa, de modo que a Makelele y Toulalan casi les estorba la pelota. Buscan los tulipanes un robo muy arriba que ofrezca la posibilidad de sentenciar en un contragolpe corto. Tenía sus riesgos, pues aunque el enorme holandés aparece por todas partes, Francia carga el juego a la izquierda y juega mucho entre líneas. En cuanto Malouda cae un poco al centro, duda Boulahrouz en seguirle y se agrandan los huecos por el centro. Ribery y Malouda dan una versión bien distinta de Francia y por ahí anda cerca un empate que no llega. Francia logra abrir el campo.

Holanda, con un toque fantástico y un papel de boya de Van Nistelrooy, deja claro que busca siempre doblar beneficio. Entre el desgaste del punta y el sacrificio de Engelaar, todo pinta naranja. Mil ayudas hacen que no parezca que jueguen de memoria, sino que pongan la pelota donde la pongan aparecerán un par de camisetas naranjas no para controlar, sino para controlar y jugar, y así una vez y otra…

No logra el objetivo con Engelaar y Van Basten le sustituye por Robben. Casi nada. Un cambio ofensivo con el marcador de cara. Francia mete atrás a su rival y acaricia el empate, reclamando un penalti por manos de Ooijer a remate de Henry. Muy dudoso. Holanda sale airosa y en breve destroza al rival a la contra con la velocidad de Robben y Van Persie.

Francia reacciona pero no arriesga. Makelele y Toulalan acaban juntos un encuentro perdido. Henry marca en posible fuera de juego y al minuto Robben revienta a Coupet. No paró. Nunca se para. Sneijder marcó un golazo en el descuento. Como pudieron hacer siete. Francia lo intentó todo y acabó goleada y al borde de la eliminación. Aviso a navegantes que regala una suave sonrisa a Rumanía.

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