El británico Lewis Hamilton (McLaren) está en disposición de sumar la tercera victoria consecutiva de la temporada en el GP de Hungría de F1, después de obtener el mejor tiempo en los entrenamientos oficiales, lo que llevará a salir desde la primera posición de la parrilla, con su compañero Heikki Kovalainen al lado.

El fin de semana en Hungría puede acabar redondo para el piloto británico, que de arrancar la tercera victoria seguida en el circuito de Hungaroring se situaría firme en el liderato del mundial, en el cual se encuentra en solitario desde el triunfo en Alemania.

Menos fortuna tuvo el español Fernando Alonso (McLaren), que arrancará en la cuarta fila al haber conseguido en la tercera ronda de clasificación (Q3) el séptimo mejor crono. Esta vez, y a diferencia de lo que pasó en los libres, el asturiano estuvo por delante de su compañero Nelson Piquet.

Alonso tuvo un fin de semana de entrenamiento con diferentes estados de ánimos. La séptima posición en los oficiales no le ha desagradado, mientras que el cuarto puesto que alcanzó ayer no le motivó ninguna alegría, en parte, quizá, porque dos puestos por delante había acabado Piquet, quien en el gran premio anterior, en Alemania, le robó el protagonismo al que estaba llamado él, cuando subió al podio.

Hoy Alonso no tendrá una carrera fácil si se cumplen las previsiones. Con los dos McLaren delante, además de los dos Ferrari, y dos vehículos que se le han colado en la Q3, como son los de Robert Kubica (BMW) y Timo Glock (Toyota), al español sólo le quedará cruzar los dedos para hacer una buena salida o esperar que los de delante cometan graves errores.

Pocos dudan del éxito de Hamilton en Hungaroring hoy, y más cuando al lado tendrá a su compañero Kovalainen, quien ya dejó muestras en Alemania de lo compenetrado que está con el inglés, cuando en una curva le dejó pasar para que iniciase su camino hacia la victoria. Después de haber renovado su contrato con McLaren, nadie duda que Kovalainen será el mejor tapón que le puede ayudar a Hamilton en una pista donde el adelantamiento parece casi imposible.

Y si el trabajo de Kovalainen no es suficiente, tras los dos McLaren se encuentran los coches de Kubica y Glock, que pueden resultar un calvario para Raikkonen.