El británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) dominó la jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de Mónaco, en la que Fernando Alonso (Renault) terminó en el puesto que le correspondía, el séptimo, pero con esperanzas de mejorar.

Alonso, que en la segunda sesión rozó las protecciones de la curva de Santa Devota y rompió el alerón trasero, fue llamado a declarar por los comisarios deportivos por completar la vuelta sin dicha pieza, pero tras las explicaciones del doble campeón del mundo, que les indicó que en Mónaco es imposible parar en sitio alguno, no tomaron acciones contra el bicampeón

El R28 aún se puede mejorar algo para la decisiva sesión de clasificación mañana, y eso da esperanzas a Fernando Alonso de conseguir un buen puesto en la formación de salida, vital en este circuito.

Lewis Hamilton enseñó sus cartas en el Principado. El pasado año el McLaren-Mercedes era ya el mejor coche, pero entonces su jefe de filas era Alonso, que no le dio la mas mínima oportunidad para luchar por la victoria.

Pero enseñar las cartas y tenerlas muy buenas no quiere decir que haya ganado la partida. Queda todavía la sesión de clasificación de mañana y la carrera del domingo, en la que lo fundamental es llevar el coche hasta la línea de meta.

Hamilton terminó la jornada sin cometer errores. Por la mañana le batió el Ferrari del finlandés Kimi Raikkonen, actual campeón del mundo, pero por la tarde el británico dominó la sesión con autoridad por delante del sorprendente alemán Nico Rosberg, que colocó su Williams-Toyota en el segundo puesto.

Rosberg montó los neumáticos blandos a mitad de la sesión de la tarde y logró el mejor tiempo absoluto, pero poco después Hamilton realizó la misma operación y su tiempo quedó fuera del alcance de todos.