El tenista toledano Feliciano López no pudo completar el pleno de españoles en la semifinal del Torneo de Roma, cuarto Masters 1.000 de la presente temporada, al caer derrotado en cuartos de final ante el letón Ernest Gulbis (7-6(6) y 6-1), y se medirá a Rafa Nadal por hueco en la final, mientras que David Ferrer y Fernando Verdasco protagonizarán la otra semifinal.

Feli fue el que marcó el ritmo de juego en la primera manga, llevando siempre la iniciativa en el marcador. Gulbis lograba siempre recuperar la desventaja, y llegados al tie-break, el letón estuvo más acertado y metió las bolas que el toledano mandó fuera, a pesar de haber disfrutado de un par de bolas de set, que acabó llevando Gulbis.

Sin embargo, toda la igualdad que hubo en el primer set desapareció en el segundo. El cansancio hizo sus estragos en Feliciano, y no pudo reponerse para plantar cara a un Gulbis que ganó cinco juegos consecutivos sin dar apenas respiro al tenista manchego, que con su estancia en cuartos había logrado ya su mejor actuación en el torneo romano y en los últimos instantes pareció conformarse con lo que ya había conseguido.

Por su parte, Rafa Nadal derrotó a Stanislas Wawrinka en dos mangas (6-4 y 6-1), pese el buen comienzo del suizo, que plantó cara al de Manacor en los primeros juegos, pero que no pudo soportar la presión en el envite definitivo de la primera manga cuando el balear se puso por delante y Wawrinka acabó cediendo su saque y el set del tirón.

En la segunda manga, Nadal sacó la apisonadora y destrozó al suizo, que sólo pudo ganar un juego, sobre todo porque el centroeuropeo perdió los nervios y no fue capaz de encadenar un par de golpes buenos seguidos que le hubieran metido de nuevo en el encuentro. Así pues, el de Manacor se paseó y se metió en las semifinales en busca de su quinto título en la Ciudad Eterna.

Fernando Verdasco continuó con su idilio en el inicio de su temporada en la tierra batida, refrendado por su final en Montecarlo y su título en Barcelona, y ante Novak Djokovic superó (7-6, 3-6 y 6-4) un examen físico de más de tres horas y cuarto de juego y dura batalla contra un jugador serbio que dista mucho del que arrollaba en la recta final del pasado año.

Pese al posible cansancio acumulado por su participación en el Principado y en la Ciudad Condal, el madrileño rayó a buen nivel y pudo con el número dos del mundo que, desde luego, no está en su mejor momento de juego. El billete para la final se lo jugará con David Ferrer, al que le bastó poco más de una hora para deshacerse del siempre compliado francés Jo-Wilfried Tsonga (6-4 y 6-1).

El alicantino se clasificó para sus terceras semifinales consecutivas y continuó con el tenis sólido que ya le permitió eliminar con tranquilidad en la anterior ronda al escocés Andy Murray. Ahora, tratará de vengarse de Verdasco, su verdugo en el Conde de Godó, tras deshacerse de un Tsonga al que domó con sabiduría y tranquilidad, sufriendo únicamente en el primer set. Pase lo que pase, España aseguró ayer un finalista.

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