España no puede permitirse más faltas de concentración ni lagunas si quiere seguir defendiendo en Turquía su condición de campeón del mundo. El de Grecia ya es un duelo a vida o muerte en octavos de final que obliga al conjunto de Sergio Scariolo a dar una imagen que aún no ha mostrado.

Todo empieza de cero. O casi. Porque las dos derrotas sufridas por España y Grecia condenaron a dos de las favoritas a cruzarse en Estambul antes de lo esperado. Quien pierda, a casa. Todo se simplifica con los cruces, que son ya cuestión de supervivencia. Al menos, ambos tienen el consuelo de que no se verán con Estados Unidos hasta una hipotética final, pero de poco le servirá al que pierda.

Grecia y España son dos viejas conocidas. Se enfrentaron en la final del Mundial de 2006, en las semifinales del Europeo de 2007 y de 2009 y también en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Siempre ganó España, que en esos cuatro torneos se colgó del cuello dos medallas de oro y dos de plata.

El seleccionador nacional no ha encontrado aún la tecla para que su equipo sea el que lleva deslumbrando los últimos cuatro años. Pero como en Polonia en 2009, espera que con el comienzo de las eliminatorias directas, donde no hay posibilidad de error, el grupo ofrezca su mejor versión.

España debe mejorar si quiere avanzar. En la primera fase tuvo momento buenos, pero fueron intermitentes. A ratos Marc Gasol o Rudy Fernández, a ratos Navarro, con molestias en la espalda y que forzará para jugar. Y es que Scariolo necesita a todos, una fuerte defensa y la rápida transición que debe liderar el joven Ricky Rubio para superar a un rival más lento.

Grecia, por su parte, es distinta a la de 2009. Ha recuperado a Diamantidis, un francotirador que acompaña a Spanoulis, la estrella del equipo, ejecutor y director de juego a la vez. Quizás sea por dentro donde la ventaja de los helenos sea mayor con Baby Shaq Schortsanitis, Bourousis y Tsartsaris, que obligarán a Marc Gasol, Garbajosa, Felipe Reyes y Fran Vázquez, más livianos, a un esfuerzo extra para que España no corte de manera prematura la mejor racha de su historia. Pero cuidado, que Grecia busca venganza.